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John Singer Sargent, Spanish Roma Dwelling, 1912, oil on canvas, Addison Gallery of American Art, Phillips Academy, Andover, Massachusetts, Gift of anonymous donor, 1931.13. Bridgeman Images
John Singer Sargent, Spanish Roma Dwelling, 1912, oil on canvas, Addison Gallery of American Art, Phillips Academy, Andover, Massachusetts, Gift of anonymous donor, 1931.13. Bridgeman Images

La fascinación de Sargent por España

La National Art Gallery de Washington expone las obras que el celebrado retratista John Singer Sargent pintó durante sus frecuentes viajes a España

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John Singer Sargent (1856-1925) fue uno de los retratistas de sociedad de más prestigio de su generación, aunque tenía una pasión oculta: la cultura y los paisajes de España, país al que viajó de forma frecuente, especialmente a Mallorca, la isla que lo tenía enamorado. 

Con el objetivo de recordar la faceta española de Sargent, la National Art Gallery de Washington ha reunido por primera vez alrededor de 120 obras, entre óleos, acuarelas y dibujos, en su mayoría paisajes y escenas marinas, cuadros de la vida cotidiana y estudios arquitectónicos, así como retratos simpáticos de los lugareños que conocía por el camino durante sus viajes a España. La exposición, titulada “Sargent en España”, y que podrá visitarse hasta el 3 de enero, también incluye 28 fotografías inéditas de estos viajes, algunas de ellas tomadas por el propio artista.

De padres estadounidenses, Sargent nació en Florencia y se formó en París, en el taller del pintor Carolus-Duran, uno de los retratistas de sociedad más destacados de Francia en ese momento. Fue Carolus-Duran quien despertó en el joven pintor americano la fascinación por España, contagiándolo no solo de su admiración por Velázquez y por la pintura española en general, sino también de su amor por la vida y la música populares españolas.

En 1879, con 23 años, Sargent partió de París hacia España, el primero de los siete largos viajes que realizaría hasta 1912, y haciendo caso a quien había sido su maestro, se dirigió al museo del Prado para empaparse de Velázquez. Se quedó allí un mes entero, y de hecho, su estudio de Las Meninas lo llevaron a crear su famoso "Interior veneciano" (c. 1880-82) , expuesto en una de las salas de la National Art Gallery.

 

“En Madrid  aprendió a interpretar la colocación de la figura en el espacio poco profundo, la simplicidad de la silueta sobre el fondo neutro y la paleta contenida. Además de las pinturas y grabados de Velázquez y otros artistas anteriores, Sargent se sintió atraído por las obras de varios contemporáneos españoles que también influyeron en su estilo artístico, en particular las obras de Joaquín Sorolla y del algo mayor Mariano Fortuny Marsal”, comentan los curators de la exposición. 

Si la primera sección de la exposición está dedicada a su paso por el museo del Prado, la segunda sección revela el interés de Sargent por representar las artes escénicas que tanto le gustaban de España. Entre 1879 y 1881, y de nuevo en torno a 1890, Sargent produjo una extraordinaria serie de imágenes de bailarines y músicos españoles, especialmente inspiradas en las tradiciones de Andalucía. Entre las obras expuestas se encuentran los cuadros The Spanish Dance (c. 1879-1882) y Spanish Roma Dancer (dos versiones, ambas fechadas c. 1879-1880), la acuarela Spanish Dancer (c. 1880-1881), bocetos y dibujos relacionados con El Jaleo (1882) y Spanish Dancer (c. 1880-1881), así como imágenes (1890) de la célebre intérprete Carmen Dauset Moreno, conocida como La Carmencita.

En sus viajes por España, Sargent estudió y retrató temas de regiones del norte (Santiago de Compostela y Camprodón) hasta el sur (Granada), pasando por la isla de Mallorca, que le fascinaba. Le cautivaron tanto los lugares rurales como los urbanos, explorando el campo, las costas, la arquitectura, los jardines y sus habitantes. A lo largo de tres décadas, creó un amplio retrato del paisaje español: su flora y su fauna, sus gentes y sus animales, sus puertos y sus barcos. Estas obras captan el carácter intrínseco del país y su espíritu de lugar, así como las cualidades distintivas de su luz y su atmósfera.

Todas estas obras se encuentran repartidas en las tres siguientes secciones de la exposición, que incluyen pinturas de elementos arquitectónicos destacados de los palacios reales, en particular la Alhambra y el Generalife, y sus alrededores; los elegantes arcos, columnatas y patios que encontró en las ciudades que visitó; así como las exuberantes frutas y el follaje de Mallorca (que pronto adaptaría para los murales del Triunfo de la Religión en la Biblioteca Pública de Boston). Sus representaciones, tanto en óleo como en acuarela, se centran en la claridad de la línea; la interrelación entre el espacio exterior e interior, el ornamento y el patrón; y el juego dramático y cambiante de la luz, la sombra y el reflejo acuático.

La exposición concluye con una exploración de la imaginería religiosa que ocupó a Sargent, especialmente en relación con su encargo de pintar los murales del Triunfo de la Religión en la Biblioteca Pública de Boston. Su compromiso con el catolicismo español incluye animados bocetos al óleo -que registran espacios y diseños arquitectónicos- así como objetos que coleccionó y representó. Entre las obras expuestas se encuentran estudios de catedrales elevadas, la Crucifixión y la Virgen que realizó como preparación para el ciclo de murales. La última galería de la exposición ofrece murales fotográficos, una zona de lectura y un quiosco interactivo donde los visitantes pueden examinar uno de los álbumes de recortes de Sargent.