Al Papa Francisco no le esperaba un viaje nada fácil, a pesar de estar en América Latina, el continente donde nació y creció.

En su primera parada, Chile, el pontífice argentino tuvo que afrontarse al descontento de buena parte de la población por su actitud laxa a la hora de condenar los abusos sexuales perpetuados por un sacerdote local.

Sin embargo, el Papa Francisco decidió abordar el problema de frente y el martes, en su primer discurso durante su gira por Chile, pidió perdón por los abusos sexuales cometidos por los líderes católicos.

"No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza ante el daño irreparable causado a niños por parte de los ministros de la Iglesia", dijo el Papa en el Palacio de la Moneda, sede del gobierno chileno, junto a la presidenta Michelle Bachelet. Fuera, en la calle, unas 400,000 personas se congregaron para ver el discurso del Papa en una pantalla gigante.

Lejos del entusiasmo de sus seguidores, una parte de la sociedad chilena continúa indignada con el Papa por no haber condenado con firmeza los casos de pederastia ocurridos en el país.  

Chile vivió uno de los peores episodios de pederastia dentro de la iglesia católica cuando el sacerdote Fernando Karadima fue acusado de abusar de numerosas familias influyentes de la capital, Santiago. El Vaticano le declaró culpable en 2011, pero no fue encarcelado.

Más adelante, en 2015, el papa Francisco ordenó obispo de Osorno a Juan Barros, un sacerdote acusado de haber encubierto a Karadima. Según El Mundo, parte de las protestas sociales en Chile estos días exigían a Bergoglio que destituyera a Barros durante su visita, algo que no ha ocurrido. Al contrario, el obispo de Osorno estuvo junto al Papa en una misa masiva ofrecida por el Papa en un parque de Santiago, como si nada. "El Papa ha sido muy afectuoso conmigo. Mucha gente reza por mí y me manda mucho cariño. Se han dicho muchas mentiras respecto de lo mío”, dijo Barro a los periodistas. "El Papa ha sido muy afectuoso conmigo. Mucha gente reza por mí y me manda mucho cariño. Se han dicho muchas mentiras respecto de lo mío"

Aunque El Vaticano ha filtrado que el Papa podría reunirse con las víctimas de abusos sexuales de "forma privada", todavía no se ha confirmado que esto vaya a suceder durante su estancia en Chile, que concluye este jueves, informa El Mundo.

Cabe destacar, de acuerdo con El País,  que antes de la misa, el Papa tuvo también unas palabras para pedir a los chilenos escuchar a los pueblos originarios, a los jóvenes que reclaman reformas y se han alejado de la política, a los inmigrantes que llegan a un Chile en crecimiento económico. (Junto a España, Chile es el segundo país receptor de inmigrantes venezolanos que huyen de la crisis humanitaria en su país).

Durante su último día de visita a Chile, el Papa también tiene pensado abordar el tema de los derechos de los indígenas. Antes de su visita se produjeron varios ataques sin víctimas contra parroquias e iglesias por parte de grupos anarquistas o en defensa de los mapuches. El miércoles, dos capillas fueron incendiadas en Cunco, municipio en territorio mapuche, donde el Papa tiene previsto este jueves ofrecer una misa y reunirse con líderes indígenas.

Otro de los temas más espinosos de la visita del Papa era que se pronunciase sobre la disputa territorial entre Chile y Bolivia, un país que aspira tener un acceso al mar.  

Al final del día el Papa viaja a Perú, donde se quedará hasta el domingo 21 de enero.