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Los Red Sox se enfrentan a su pasado de racismo y abusos sexuales

Más de una docena de hombres negros llevan años denunciando abusos sexuales del ex gerente del equipo sin conseguir mayor compensación que un “sí, fue…

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Un equipo no puede responder por el comportamiento de toda su hinchada. Pueden condenarlo, pueden incluso prohibir el acceso al campo a los fanáticos que lancen insultos racistas a sus jugadores, pero un equipo sí debe actuar cuando su propia gente comete actos atroces. 

Según reportaba AP, más de una docena de hombres negros llevan años denunciando que fueron abusados sexualmente por el ex gerente del club, Donald “Fitzy” Fitzpatrick, que falleció en 2005 habiéndose declarado dos años antes culpable de un intento de agresión sexual. Fitzy había utilizado a los Red Sox para atraer a jóvenes afroamericanos a las instalaciones de entrenamiento y abusar de ellos, aunque no admitió en su día haber hecho lo mismo en otros estadios. 

Sin embargo, fueron muchas las supuestas víctimas. Los hechos  datan desde los 70 hasta los años 90, cuando el ex gerente citaba a los chicos en estadios como el de Fenway Park y otros mucho mayores aprovechando que el equipo salía a competir. 

El paso del tiempo ha hecho que sus reclamaciones no puedan ser incluidas en demandas civiles y esos hombres, cuyo testimonio sigue muy vivo, no han encontrado ningún modo de hacer justicia. 

“No puedes decirme que tienes a 30 o 40 tipos viajando con él (Fitzy) y observando su comportamiento y no saber lo que estaba haciendo”, aseguró Gerard Armstrong (65), quien había trabajado para los Red Sox y está convencido de que Fitzpatrick abusaba de los jóvenes contratados como recogepelotas o bateadores. 

Otra de sus supuestas víctimas, Charles Crawford, reveló a AP, que el ex gerente abusó de él en un almacén cerrado y también en las duchas del equipo, en Fenway, cuando tenía 16 años. 

Sus declaraciones se han oír con fuerza ahora, especialmente porque los Red Sox se han comprometido a luchar contra el racismo después de que el mes pasado el ex jugador Torii Hunter se quejase de que le habían llamado hasta “cien veces” la palabra N en el histórico Fenway Park de Boston. De hecho, el equipo lleva tiempo intentando sacudirse su pasado racista y las presuntas víctimas de Fitzpatrick creen que esta es una buena ocasión para hacerlo. 

"Ahora sería un buen momento para que los Red Sox muestren a todos que hablan en serio", dijo Armstrong, que también afirmó haber sufrido abusos en múltiples ocasiones. 

Por su parte, el abogado del equipo, Daniel Goldberg, declaró a AP que “los Red Sox siempre han considerado las acciones del señor Fitzpatrick como aborrecibles. Cuando el equipo se enteró de las acusaciones, en 1991, fue rápidamente relevado de sus funciones”. 

No obstante, para la veintena de hombres que fueron abusados -15 de los cuales son negros-, admitir el daño causado no basta y exigen acuerdos extrajudiciales con los Red Sex y la Liga Mayor de Béisbol por los que llevan luchando años. 

La omisión de compensaciones es especialmente dura, no solo por el momento en que vive el país sino porque, según Forbes, los Red Sox están valorados en más de 3.000 millones de dólares y su dueño, John Henry, es multimillonario y además propietario de The Boston Globe.