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El modo más rápido de convertir unas blancas Navidades en el paraíso de negrura de cualquier Grinch. Vía As.com.
El modo más rápido de convertir unas blancas Navidades en el paraíso de negrura de cualquier Grinch. Vía As.com.

Una familia puertorriqueña tiene una ley de oro para que la política no acabe arruinando el Fin de Año

La campaña de reelección de Trump como presidente ofrece a sus votantes información online para ganar discusiones con miembros liberales de la familia, según…

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Ana Canino-Vázquez es demócrata, como su hermana Rosangela, aunque la primera votase a Hilary Clinton en las presidenciales de 2016 y en las de 2020 quizás vote a Elizabeth Warren, y la segunda sea fanática de Bernie Sanders. Por el contrario, el hermano de ambas, Juan, es votante de Trump. Sus muros de Facebook son la prueba de su distancia política.

No obstante, han decidido que es el cariño y no las urnas lo más importante en una familia. Sobre todo ahora, que el voto latino se ha convertido en la niña bonita de la campaña presidencial. 

“Trump ya está destrozando muchas familias, literalmente separándolas, y siento que si lo permito, podría destruir mi familia también. No quiero darle una victoria”, le dijo Rosangela a Fernanda Echevarri, de Mother Jones.

La última vez que los Canino-Vázquez se reunieron para asistir a la graduación del hijo de Ana decidieron que no iban a hablar de política.  

“El odio hacia Trump ha hecho que muchos de nosotros estemos un poco más callados”, afirmó Juan Canino-Vázquez.

Cada uno vive en un estado: Ana, en Nueva York; Rosangela, en Michigan, y su hermano Juan, ex ayudante de sheriff, en Florida. Puede que esta diferencia geográfica tenga mucho que ver con su inclinación en las urnas. 

Hace tres años, cuando los tres hermanos se acaloraban discutiendo sobre política, Rosangela evitó llegar a mayores de una forma bien sencilla: dejó de seguir a Juan en Facebook, aunque a veces lo espíe hasta que aparece algún meme pro-Trump que la echa para atrás. 

“No me gusta, pero apoyo su administración y muchas de sus políticas. Nada de lo que he visto ha hecho arrepentirme de haberle votado”, le explicaba Juan a Echeverría a principios de este mes, manifestándose a favor de su política anti-inmigratoria, aunque, según sus hermanas, se lo piense ahora dos veces antes de publicar en sus redes un meme controvertido. 

Lo que más ha cambiado en la actitud del hermano es que se pregunta si puede dañar a sus hermanas antes de compartir con ellas su punto de vista en un mensaje de texto. 

“El odio hacia Trump ha hecho que muchos de nosotros estemos un poco más callados”, aseguró. 

Como si las inclinaciones políticas de los tres hermanos no fueran ya complicadas, su madre, que migró de Puerto Rico tras el Huracán María, es firmemente antiabortista; en tanto que el padre, que vive en Miami, es muy crítico con Trump.

“Al final, realmente nos valoramos como persona, aunque no estemos de acuerdo”, concluye Ana.

Divide y “no” vencerás

Mientras los psicólogos suelen recomendar que se eviten las conversaciones políticas en las fiestas de Navidad, la campaña de reelección de Trump como presidente ofrece a sus votantes información online para ganar discusiones con miembros liberales de la familia, según VOA News

Organizados por temas y acompañados por clips de vídeo y descripciones detalladas, estos argumentarios políticos se basan en pregonar los logros del presidente Trump en materia económica, social y asuntos internacionales. 

“Trump ya está destrozando muchas familias y podría destruir mi familia también. No quiero darle una victoria”, le dijo Rosangela a Mother Jones.

Ahora bien, los demócratas no se quedan atrás, aunque de modo algo más sutil…

Hace unos días, un colaborador de The Atlantic publicó un artículo dando consejos a los liberales para debatir con sus familiares conservadores en la mesa, instándoles a evitar las alusiones personales y centrarse en los hechos: 

"La verdad no dejará de ser verdad". El triunfo no dejará de ser el triunfo", escribió.

Según un reciente estudio publicado por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, estas discusiones políticas lo único que consiguen es que las celebraciones se acorten o incluso se eviten para no acabar dividiendo a la familia o convirtiendo unas blancas Navidades en el paraíso de negrura de cualquier Grinch. 

En ustedes está la elección, pueden llevarse a los políticos a sus casas o pueden, como los Canino-Vázquez, cerrarles la puerta en las narices.