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“(Son) linchamientos de blancas burguesas con demasiado tiempo libre y todo pago por el Estado”, declaró el lenguaraz crítico de arte. Photo: Perfil / Velvet Buzzsaw.
“(Son) linchamientos de blancas burguesas con demasiado tiempo libre y todo pago por el Estado”, declaró el lenguaraz crítico de arte. Photo: Perfil / Velvet Buzzsaw.

El Museo de Houston penaliza a un crítico de arte latino por ser un “bully”

El argentino Rodrigo Cañete fue galardonado con el prestigioso Premio Peter C. Marzio, pero asociaciones del mundo del arte exigieron que no se lo concedieran…

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Rodrigo Cañete, afamado crítico argentino radicado hace dos décadas en Europa, tiene tantos premios como enemigos, y tanto unos como los otros se los ha ganado por méritos. 

Hace unos días, el International Center for the Arts of the Americas del Museo de Bellas Artes de Houston (ICAA/MFAH) decidió otorgarle el prestigioso premio Peter C. Marzio 2020 por un ensayo que Cañete escribió en los años 90’. Pero hace unos días las institución dio marcha atrás y lo anunció en un comunicado de prensa:

“Según fue anunciado por el ICAA el pasado 30 de marzo, el Premio Peter C. Marzio de 2020 por Notable Investigación en Arte Latinoamericano y Latino fue otorgado a Rodrigo Cañete por el texto que presentó. Poco después del anuncio de la premiación, tanto el ICAA como el Jurado de Concesión fueron informados acerca de otros escritos del señor Cañete que son incompatibles con las normas de uso en nuestra institución. Bajo tales premisas el mencionado premio ha sido rescindido”.

Los “otros escritos del señor Cañete” a los que se refiere el Museo de Houston son las publicaciones que el crítico de arte hace en su blog LoveArtNotPeople desde 2012, que se han convertido en la comidilla del mundo del arte por comentar sin cortarse un pelo la vida privada de artistas, críticos, galeristas y otros miembros de la comunidad. Algo que tanto a la institución como a las numerosas asociaciones culturales que se quejaron les parece un atentado “ético” incompatible con recibir un premio y califican la web de “plataforma de bullying”.

Sin embargo, no hay quien no lo haya leído, al menos para saber qué tiene que decir el deslenguado crítico sobre ellos.

¿Cultura de la cancelación?

Aunque la fundación del ICAA admite que su objetivo es “brindar proyección profesional a los notables aportes realizados por artistas latinoamericanos y latinx” y que no tolera las faltas de respeto “ya sea lenguaje abusivo y desmedido o bien discriminación en ninguna de sus formas”, Rodrigo Cañete percibe lo ocurrido como un boicot en su contra y como “linchamientos de blancas burguesas con demasiado tiempo libre y todo pago por el Estado”, dijo a Infobae sin cortarse un pelo.

El crítico también aseguró que “la Argentina es un país muy dañado, pero el espectador se niega a verlo. Por eso el arte argentino que generalmente triunfa es ese preparadito, de coiffeur, para ese público que no quiere ver”. 

Nosotras Proponemos, una de las asociaciones que solicitó que se le retirase el premio a Cañete, explicó que el motivo es “su odio hacia las mujeres, trans y adultos mayores, por su racismo y gordofobia, las campañas de bullying, hostigamiento, acoso psicológico y moral”. 

Mientras que la Asociación Argentina de Críticos de Arte (AACA) argumentó que más allá de la calidad de su trabajo, “nuestra preocupación apunta a la legitimación que un galardón de esta índole, otorgado por una prestigiosa institución, atribuye a una persona que se pronuncia pública y sistemáticamente ejerciendo violencia simbólica hacia artistas y colegas”.

La crítica argentina Florencia Battiti, vicepresidenta de la AACA, rechazó en declaraciones a Infobae que quisieran cancelar al crítico -”él puede seguir escribiendo”, dijo- y apeló a la ética de la profesión y la necesidad de que prácticas como las de Cañetes y sus virulentos comentarios no sean legitimados a nivel mundial. 

Rodrigo Cañete fue subsecretario de Culturas durante el gobierno de Eduardo Dulhalte en Argentina, en 2002, y también asesor de coleccionistas, ex art dealer de Morgan Stanley en Londres, donde reside, y acaba de publicar Historia a contrapelo del arte argentino (Sudamericana).