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Los restaurantes, un importante empleador de mujeres, se encontraban entre la primera ola de cierres provocados por la pandemia de coronavirus. Imagen: Thomas Hawk / CC BY-NC.
Los restaurantes, un importante empleador de mujeres, se encontraban entre la primera ola de cierres provocados por la pandemia de coronavirus. Imagen: Thomas Hawk / CC BY-NC.

La crisis económica por el COVID-19 afecta mayoritariamente a las mujeres

La brecha de género se hace notar durante la crisis del coronavirus, especialmente con mujeres afroamericanas.

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En la recesión de COVID-19, las mujeres, particularmente las mujeres de color, es la población que está perdiendo sus empleos a un ritmo aceleradoAunque aún no se han analizado en detalle los millones de empleos perdidos, una nueva investigación del Proyecto Fuller arroja algunos datos sobre el daño.

 Según esta organización de noticias sin fines de lucro, las mujeres constituyen una clara mayoría de los trabajadores que solicitaron seguro de desempleo durante las últimas dos semanas de marzo en al menos cinco estados en el territorio norteamericano.

 En este momento el grupo más vulnerable es el de las trabajadoras domésticas, integrado por niñeras, amas de casa y otras proveedoras de atención primaria que trabajan en hogares de terceros. Alrededor del 90% de estos trabajadores son mujeres, con salarios bajos y, en su mayoría, sin beneficios.

La situación de estas trabajadoras es muy grave durante la pandemia: el 72% ya no tenía trabajo la primera semana de marzo, según una nueva encuesta de la Alianza Nacional de Trabajadoras Domésticas; y el 70% afirmaba que no había de seguridad de que los clientes las contratarían nuevamente después de la pandemia. 

 En todo el país, es menos probable que las mujeres puedan teletrabajar. Solo el 22% de las mujeres, en comparación con el 28% de los hombres, pueden trabajar desde casa, según un documento emitido este mes por la Oficina Nacional de Investigación Económica.

 Los números del Proyecto Fuller no reflejan las diferencias raciales porque en ciertos estados no se pudieron analizar los datos con esa segmentación. Pero una encuesta publicada a principio de mes por el grupo de defensa de la mujer, Lean In, muestra que, en particular, las mujeres afroamericanas están sintiendo en carne propia la pérdida de empleo.

El 54% de las mujeres afroamericanas dijeron que fueron despedidas o suspendidas o, simplemente, se les redujo su horario o el salario debido a la pandemia, en comparación con el 31% de las mujeres blancas y el 44% de los hombres negros. Solo el 27% de los hombres blancos afirmó que sufrían de despidos y suspensiones.

 Los afroamericanos también son los más propensos a preocuparse por el pago de las necesidades básicas. El 60% estaba preocupado por pagar el alquiler o pagar la hipoteca, en comparación con el 24% de los hombres blancos. Mientras, el 43% de las mujeres afroamericanas estaban preocupadas por pagar la comida.

 Sin duda, los hombres se enfrentan a su horrible brecha de género con respecto al virus. La pandemia parece ensañarse más con hombres que en mujeres. Sin embargo, las mujeres vivas serán las que se queden a sufrir la crisis económica.