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Sara Winter. Photo: Reporte Indigo
Sara Winter. Photo: Reporte Indigo

Sara Winter, la ‘hooligan’ de Bolsonaro a la que Facebook ha bloqueado (a regañadientes)

La activista ultraderechista es una de las 12 personas cercanas al mandatario brasileño a los que el Supremo ha cortado las ‘alas’ en la red por presuntas…

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Su nombre real es Sara Giromini, aunque escogió su nombre artístico -”Sarah Winter” en honor a una británica que se convirtió en espía nazi. También fue una acérrima detractora del presidente Bolsonaro y ahora una de sus mayores defensora: hasta finales de junio lideraba una milicia radical armada llamada ‘los 300 de Brasil” que instaló su campamento en Brasil y que acusaba a los jueces del Supremo y al Congreso de “no dejar gobernar” al presidente llamando al “exterminio de la izquierda” a través de sus redes sociales y amenazando con convertir en un verdadero infierno la vida del juez del Supremo Alexandre de Moraes. 

Sin embargo, Moraes estaba lejos de dejarse amedrentar. Tras la detención de Sara Winter a finales de junio, el juez ordenó a Facebook el bloqueo de las cuentas Winter y otras 12 personas del círculo de Bolsonaro un mes después, y aunque el gigante tecnológico se ha resistido a lo que define como un golpe a la libertad de expresión, ha tenido que cumplir con la ley.

"Este nuevo ordenamiento jurídico es extremo, ya que plantea una amenaza a la libertad de expresión fuera de la jurisdicción de Brasil y entra en conflicto con las leyes y jurisdicciones de todo el mundo", declaró Facebook en un comunicado, asegurando que apelará la orden del Supremo brasileño después de la negativa inicial de la compañía del bloqueo de dichas cuentas -se incluye 16 perfiles de Twitter de aliados de Bolsonaro-, motivo por el que fue multado con 365.000 dólares y su ejecutivo principal, Conrado Lester, fue llamado a juicio.  

"Dada la amenaza de responsabilidad penal para un empleado local, en este momento no vemos otra alternativa que cumplir con la decisión bloqueando las cuentas a nivel mundial, mientras apelamos a la Corte Suprema", añadió Facebook.

La polémica dirimida en los tribunales es bastante mayor que una acusación de censura. Diríamos que uno de sus flecos... No sólo porque las cuentas afectadas corresponden a personalidades como el magnate Lucio Hang, el legislador conservador Roberto Jefferson, o la propia Winter, sino porque la Corte lleva tiempo investigando quiénes están detrás de las manifestaciones que piden una intervención militar y los responsables de financiar la enorme red de fake news de la que Bolsonaro parece haberse beneficiado -incluyendo algunos escándalos como las cuentas falsas de internet que personas cercanas, incluyendo a Flávio, el hijo del presidente, utilizaron para suplantar la identidad de periodistas contrarios al gobierno-. 

Tras la detención de Winter, en junio, hubo registros a varios empresarios y blogueros de la ultraderecha, y la Justicia autorizó los datos bancarios de una decena de diputados de Alianza. 

¿Qué fue lo que encontraron? ¿Cuál es realmente la fuerza motriz y la influencia de Sara Winter, a cuya sombra se cobija un golpismo armado que amenaza el último aliento democrático en el país?

De Femen a bolsonarista

“Provida, prodios y proarmas”. Este podría ser el lema de la activista Sara Winter, de 27 años, que saltó a los medios de forma masiva el pasado junio por atrincherarse con un puñado de simpatizantes extremos de Bolsonaro delante del Tribunal Supremo, en Brasilia, lanzando fuegos de artificiales contra el edificio y amenazando encapuchados y con antorchas. Pedían, al igual que Winter hacía en sus redes, que los jueces del Supremo “sean apartados por la ley o por las manos del pueblo”.

"Estamos preparados para dar la vida por la nación, y nuestras armas son la fe en Dios, la esperanza en este Gobierno y los métodos de acción no violenta", declaró la activista a  BBC.

Curiosamente, Sara Winter no siempre fue así. Antes de transformarse en una acérrima bolsonarista, la musa de la ultraderecha brasileña fue miembro de Femen, se pintaba en el pecho “Fuera Bolsonaro” y llegó a castrar a un muñeco que representaba al entonces diputado. 

No obstante, según Femen expulsaron de la organización a Winter en 2012 tras “desaparecer” con el dinero de una protesta que nunca llegó a organizar y utilizar Internet para calumniar al colectivo. 

Ahora Sara Winter se enorgullece de ser “ex feminista”, aunque hasta su propia familia se felicitase después de su detención y reconocidos bolsonaristas le diesen la espalda.

“Es una persona totalmente descontrolada, solo quiere aparecer en los medios”, dijo en junio Carla Zambelli, diputada del círculo duro de Bolsonaro.

También el hermano de Winter, Diego Giromini, aseguró que la intención de Sara era reivindicarse como “presa política”.

No hay duda de que tras el mazazo a Facebook, Winter es el símbolo de las luchas entre el Supremo y Bolsonaro. Una Helena de Troya o la manzana de la discordia.