La afición brasileña vuelve a soñar
Después del juego desplegado en la fase de clasificación, Brasil vuelve a estar entre los grandes favoritos a ganar el Mundial
Tras tres Copas del Mundo doradas, disputadas entre 1994 y 2002, en las cuales Brasil conquistó dos títulos y firmó un subcampeonato, el gigante sudamericano se vio inmerso en un letargo de más de doce años. Después de quedar eliminado en 2006 y 2010 en la ronda de cuartos de final, la selección brasilera sufrió la mayor humillación de su historia en los últimos dos encuentros del Mundial 2014, celebrado en su propia tierra. Entre el duelo semifinal y el partido de consolación por el tercer puesto, Brasil recibió diez goles y marcó solo uno, siendo vapuleado por Alemania (7-1) y Holanda (3-0), respectivamente.
Los problemas del soccer brasileño no solo han sido relacionados en este triste tiempo con los aciagos resultados. La selección canaria, que maravilló al mundo durante 50 años con su Jogo Bonito, perdió también su estilo vistoso, prolífico en el despliegue ofensivo. Al sistema 2-6-2, con laterales muy adelantados que se incorporaban una y otra vez al ataque, le sustituyó un esquema altamente defensivo, que se valía más en la fuerza que en la inspiración.
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Así, Brasil dejó de ser Brasil y vio tristemente cómo su supremacía deportiva pasaba a ser disputada por Argentina, Alemania y España.
Para arreglar el desaguisado, Tite, procedente del Corinthians, tomó las riendas de la selección brasileña en 2016 y, desde ese momento, las cosas han sido muy diferentes. De hecho, por lo que pudimos atestiguar en las eliminatorias para Rusia 2018, podríamos afirmar que las aguas han vuelto a su cauce. Brasil retomó un soccer preciosista, aprovechando las continuas incursiones de los veteranos laterales Dani Alves y Marcelo, considerados los mejores del mundo en su posición. La magia de Neymar se vio acompañada por la de otros dos atacantes eléctricos, como Gabriel Jesus, del Manchester City, y Coutinho, recién firmado por el FC Barcelona, formando un trío capaz de llevar de cabeza a cualquier defensa rival.
De esta manera, la escuadra verde amarela arrasó en el torneo clasificatorio sudamericano, terminando en la primera posición, diez puntos por delante de su más cercano perseguidor, Uruguay, gracias a cosechar doce victorias, cinco empates y solo una derrota.
Brasil jugará el Mundial de Rusia 2018 en el Grupo E, junto a Suiza, Costa Rica y Serbia. Los rivales no parecen fáciles, pero los sudamericanos confían en su gran estado de forma para concluir primeros y evitar así a Alemania, principal candidato a ganar el Grupo F, en el cruce de octavos de final. Tras más de una década de horribles pesadillas, la torcida brasileira vuelve a soñar dulcemente, imaginándose a su equipo levantando la copa de Campeón del Mundo por sexta vez, hecho sin precedentes. Sin lugar a dudas, sus argumentos para hacerlo son muy sólidos.
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