En septiembre del pasado año, el Gobierno cubano puso el cepo “definitivo” -o eso creían- a los artistas de la isla obligándoles por decreto a inscribirse en el Ministerio de Cultura y solicitar su permiso para exhibir su trabajo y comercializarlo.

Sin embargo, la libertad creativa y el arte social encuentran siempre un chico agujero por el que escapar a los intentos de control y censura, y gracias a Internet -muy a pesar de la dictadura del algoritmo- este arte disidente tiene nuevas vías de expresión.

Tras el trágico asesinato de George Floyd en Minneapolis y la eclosión de las protestas contra el trato racista y la brutalidad policial en Estados Unidos, una plataforma de coleccionistas de arte cubano ha abierto su sala virtual durante el mes de junio para que cualquier persona pueda visitar La George Floyd Edition, una muestra que incluye a artistas tanto consagrados como incipientes, algunos en buena relación con el Gobierno y otros en directa oposición.

“Aunque (las salas de exhibición virtuales) han sido promovidas principalmente como espacios comerciales, ahora la motivación es diferente”, dijo a EFE O.C Sotelo, uno de los fundadores de Cuba Fine Art Box (CFAB).

Sotelo añadió que el objetivo de la George Floyd Edition es "hacer que los artistas coexistan en un espacio simulado que de otra forma nunca habrían compartido físicamente en 2020, dado el contexto y las tensiones producto de la regulación política (en la isla)”.

La muestra es muy variada e incluye a artistas como Vidal, “una pintora cuyo trabajo amamos y que no entra en hostilidad con las instituciones estatales” cubanas, y al activista disidente Danilo Maldonado “El Sexto”, que fue preso por sus obras y que ahora reside en Estados Unidos.

El motivo de que la CFAB haya dedicado su salón virtual a una de las últimas víctimas de la violencia policial y racial en U.S es “un gesto de crítica a las dinámicas que producen hechos como el que mató a Floyd”, cuentan en un comunicado.

También insisten en que “este caso de odio se relaciona con la intolerancia que define el aparato cultural dentro de cuba que reprime a los artistas”.

Para los coleccionistas miembros de la plataforma, el decreto aprobado el pasado año “fue la reacción del Estado a una escena artística cubana muy activa a nivel internacional que expresa su heterogeneidad hacia las instituciones y la política del Gobierno”.

Si bien la Cuban Fine Box ha anunciado ya una segunda edición pública del salón que incluirá a artistas como Luis Manuel Otero Alcántara, cuya obra critica duramente al Gobierno y por lo cual ha sido detenido en varias ocasiones, en esta primera edición participan artistas como el también cubano Ángel Delgado, que trabajó una instalación alrededor de la frase convertida en lema de la revolución “I can't breath”.

Para visitar el salón sólo hay que acceder a la web de la CFAB con la contraseña @june2020.