El 13 de enero de 1963, con una España todavía bajo el régimen fascista de Francisco Franco que prohibía la libertad de expresión, nació en Radio Barcelona el programa “Radioscope”. Bajo mando del mítico presentador Salvador Escamilla, que empezaba sus emisiones con un “Buenos días Cataluña”, su programa fue un trampolín para nuevas voces emergentes del panorama musical catalán.

Entre los jóvenes amateurs que llegaban a su estudio, llegó un tal Juan Manuel Serrat. Era 1965, y se acababa de licenciar como perito agrícola. Entonces era un mero aficionado a la guitarra, pero su decidida mirada ya transmitía una voluntad de hacer historia. Aprovechó la oportunidad que le brindó Escamilla: poco después le llamaron para ofrecerle un contrato para grabar su primer disco.

Así, Serrat pasó a ser uno de los pioneros de lo que se llamó la “Nova Cançó Catalana”, un grupo de cantautores que defendió el uso de la lengua catalana, prohibida durante el franquismo. De hecho, en “Radioscope” ya se animaban a charlar y cantar en este idioma, desafiando así la censura vigente. Fue una de las brechas que contribuyó a resquebrajar el autoritarismo vigente.

Ya en los años 80, cuando Serrat era todo un referente de la música popular de España, volvió a Radio Barcelona para mantener una distendida charla con Salvador Escamilla en el recibidor. Ambos forjaron una complicidad y una amistad profunda, parecían hermanos.

“Hola, buenas, te estaba aquí esperando. ¿Te va bien sentarte aquí?”, empezó el presentador. “Dime la verdad: ¿Qué te recuerdan estas escaleras de Radio Barcelona?”. Serrat, vestido como los progresistas de aquella época cortados por el mismo patrón, le suelta: “¡alpinismo!. Subir y bajar muchas veces. Arriba para trabajar, abajo para charlar”.

Escamilla saca un paquete de tabaco y se enciende un pitillo. Eran tiempos en que se fumaba en los interiores, y todo se inundaba de una densa humareda. “Normalmente, me traen más recuerdos la gente que las cosas. Esta casa tiene una importancia por los que estáis aquí trabajando”, comenta Serrat. No olvida la valentía que tuvo la cadena radiofónica al invitarles a cantar sus canciones de protesta.

Entre risas y caladas, Escamilla pregunta por las primeras canciones que recuerda haber interpretado en vivo en su programa. “A mi ella em deixa”, “El mocador”, “Sota un ciererer florit”, “La guitarra”, responde Serrat. Luego, el presentador le menciona el hit “La cançó de matinada”. El cantautor replica que aquella “es la que me permitió después la conexión con el gran auditorio. Pero no olvidemos que antes ya hice un trabajo muy guapo, gracias a lo que hicimos aquí en Radioscope”.

Ambos recordaban también los suculentos menús que se tomaban en el vecino restaurante “El Canari”, así como los recurrentes descuentos que les hacía el dueño. Respecto a esas primeras canciones, Serrat consideró que “eran muy coincidentes con las necesidades de la gente, un tipo de canción que me permitió hacer esta maravillosa plataforma”, dijo en reconocimiento a la valiente cadena de radio.