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“Nuestra música tiene una carga de nostalgia muy importante”. FOTOGRAFÍA: Gallera Social Club
“Nuestra música tiene una carga de nostalgia muy importante”. FOTOGRAFÍA: Gallera Social Club

La Gallera Social Club: “Siempre que estamos componiendo pensamos en nuestro país”

Los hermanos Alexis y Miguel Romero sorprenden en un disco que nos transporta directamente desde Francia hasta Maracaibo. Nos sentamos a hablar de su disco y…

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Escuchando el disco Trópico Salvaje uno podría llegar a pensar que la propuesta de folk electrónico contiene un poco de brujería por el modo en que, mediante estallidos de alegría y nostalgia, es capaz de doblar el espacio para abrir una ventana a Maracaibo en los altavoces.

La burbujeante ciudad, las encrucijadas andinas, la selva tropical o la costa del Caribe son todo influencias para los hermanos gemelos Alexis y Miguel Romero, inicialmente acompañados en su andadura por Carlos Guillén. Nacidos en Maracaibo en 1981, estos hermanos trabajan codo a codo, componiendo mientras se divierten, beben ron y evocan desde Francia todos sus recuerdos de su querida Venezuela.

El nombre de la banda hace referencia a los lugares en los que pelean los gallos y al ambiente fraternal que pretenden evocar, así como la portada del disco es una adaptación del pintor de Maracaibo Ángel Peña. Todo ello para una obra que, en definitiva, da vueltas sobre elementos regionales para presentarlos de un modo muy bailable que pinta también un paisaje sonoro de la cultura caribeña y afro venezolana.

En el disco resuena la gaita de tambora, flautas nativas, melodías de la cumbia y el joropo o arreglos con el cuatro. También contiene adaptaciones del calypso y la adaptación de la canción Manduco de la famosa cantante María Rivas.

¿Cuáles han sido los catalizadores que os han llevado a hacer música electrónica?

Siempre estuvimos muy cercanos a la música electrónica. La ciudad de Maracaibo y nuestro círculo de amigos estaba lleno de DJs. Siempre estuvimos cercanos a ese género y con cierto interés por las máquinas y los secuenciadores. Siempre de manera muy dulce porque no somos grandes conocedores pero sí cercano. Carlos era uno de nuestros amigos DJ y con el tiempo seguimos con esa vertiente.

¿Cómo sucede el cambio de una máquina a una canción tan emotiva?

El punto de partida es la música tradicional venezolana. Siempre que estamos componiendo pensamos en nuestro país. Cuando vamos a empezar a componer hacemos un ritual: un poco de ron, nos comemos unas arepas, escuchamos música venezolana, recordamos a nuestra familia y amigos...

Además que la electrónica, en el sentido práctico, nos permite trabajar solos sin más músicos.

¿Cómo es trabajar con un mellizo?

Nosotros comenzamos a tocar instrumentos desde niños juntos, soñamos con ser músicos juntos, cuando estábamos en Venezuela formamos una banda juntos con los amigos y cuando decidimos venir hacia acá teníamos los dos el proyecto de trabajar juntos. Hay un compromiso y un entendimiento importante, en términos de gustos y de manera de trabajar. Es todo muy fluido.

En el último disco, ¿cuál es la relación de los dos con Maracaibo?

Nuestra música tiene una carga de nostalgia muy importante y creo que sentimos una necesidad inmensa de hacerlo saber a nuestro país. Sabiendo como está la situación política y social de nuestro país pensamos que es importante recordar a todos los venezolanos que están en Venezuela y a los que se han ido del país que a pesar de las dificultades somos un lindo país con una cultura mestiza muy rica.

Nuestro compromiso es cuando nos toca a nosotros cantarle al mundo es recordar que nuestro país es grande y hay que quererlo.

¿Cómo veis Venezuela ahora desde la distancia?

Es una situación complicada, de múltiples causas e histórica. Se ha agravado con un bloqueo muy importante, económico y político. Es el éxodo más importante que hemos vivido en nuestra historia. Siempre fuimos un pueblo cercano y de estar en casa; esto es algo que nos ha tocado muy duro el alejarnos de esa casa y ese terruño.

También es una oportunidad para mostrar lo que está pasando. Gracias a este éxodo hay muchos artistas que están demostrando por todo el mundo el talento venezolano.