“El vicio de cantar”, la gira de despedida de Joan Manuel Serrat, está a la vuelta de la esquina. El próximo 27 de abril, el mítico cantautor español empezará su última tanda de conciertos en Nueva York, y ya se muestra melancólico. “Echaré de menos el escenario, como lo he echado de menos durante estos dos años de pandemia”, reconoce.

Se hace difícil sintetizar la extensa carrera de Serrat, pero él mismo ofreció al diario La Vanguardia una selección de las diez canciones que compuso y que, en su criterio, marcaron su carrera. “Es una selección equilibrada entre mi producción en catalán y castellano”. Eligió canciones que le remueven “lo más profundo de sus sentimientos”.

“Cancó de matinada”: “Para mí fue, y sigue siendo, una canción muy innovadora, en su forma, en su construcción, en este descubrir y buscar el desarrollo de un amanecer”, dice. Una canción muy rural, que describe la cotidianidad de los años 60, pese a que el cantante era un hombre de ciudad.

“Pare”: Pese a estar escrita hace cincuenta años, Serrat cree que “mantiene una actualidad tremenda. Habla de los grandes problemas pendientes de la sociedad, incapaces de resolver por parte de unos mandatorios sin suficiente valor. Hoy en día, cree que los problemas fundamentales son el cambio climático o la insolidaridad.

“Seria fantàstic”: Un tema que le gusta y le divierte especialmente. “Uno piensa que la vida podría ser fantástica si las cosas fuesen sencillas y normales”. Añade que sería ideal también poder aprender más de los demás y aparcar el individualismo.

“Ja tens l’amor”: Para Serrat, se trata de “una de las mejores canciones de amor que he hecho”. Una canción corta, que describe el amor como algo maravilloso, complicado y difícil. Lo que conservamos de nuestras vidas es que aquello que “el amor tocó y nos regaló”.

“Cremant núvols”: “Es muy bonita, muy bella”, considera. La base de la canción fue fácil de componer, pero los detalles fueron más laboriosos.

“Mediterráneo”: sin lugar a dudas, su canción más popular y universal. “Por ser mi compañera de viaje, se capaz de meterse en tantos corazones, vidas, de tanta gente en sitios tan distintos”. Reivindica que el mar Mediterráneo es una unidad, aunque esté cada vez más desintegrada. Por ello, “debemos protegerlo”.

“Pueblo blanco”: Más allá de la región de origen de cada uno, la canción se puede concebir como una “denuncia a la opresión, como reflejan los versos finales”. Una reivindicación de la vida sencilla.

“Aquellas pequeñas cosas”: Para Serrat, esta canción es un cuadro pequeño donde “cabe todo lo que quieres contar sin necesidad de explayarte mucho”.

“De vez en cuando la vida”: La ama, porque ama mucho a la vida. “Cuando la vida se acerca a ti, te besa, te toma la mano, te saca a la calle, hace que lo cotidiano sea magnífico”.

“Los recuerdos”: No tan conocida, supone una “discusión sobre la validez del recuerdo como notario de la vida”. A veces, el recuerdo es embustero, nos dice mentiras. “La gente se hace los recuerdos a su medida”, considera Serrat.