El tesoro azteca escondido en los Pirineo catalán
Un documental mexicano cuenta la historia de la princesa azteca que llegó al Pirineo catalán cargada con un tesoro de oro y joyas que nunca se encontraron.
Toloriu es un pequeño pueblo enclavado en el Pirineo catalán donde en invierno los protagonistas son la calma y el frío.
Esa misma calma y ese mismo frío -o probablemente mucho más, teniendo en cuenta el cambio climático y la despoblación que sufren los pueblos de montaña - fue lo que encontró Xipahuatzin, una hija del emperador azteca Moctezuma, cuando llegó al Pirineo en el siglo XVI como esposa del barón Joan de Grau, barón de Toloriu, compañero de Hernán Cortés en la conquista de México.
El matrimonio se instaló en el castillo de Toloriu, una masía fortificada a las afueras del pueblo, pero unos años después, la princesa moría de tristeza, incapaz de adaptarse al frío invierno de las montañas, y , según cuenta la leyenda, con ella desaparecía el tesoro azteca que trajo de su país.
Al parecer, Xipahuatzin, rebautizada como María, viajó de México a Catalunya acompañada de una docena de sirvientes mexicanas para ayudarla. Para el pago de los sirvientes y como dote de boda, es probable que se hubiera llevado varias joyas y oro. Un tesoro que ha sido buscado por exploradores y saqueadores durante todo este tiempo, sin éxito alguno.
La leyenda de la princesa aztecta también ha cautivado a escritores y cineastas. En 2019 la cineasta mexicana Patricia Ordaz rodó un documental, presentado en el reciente festival de cine de Málaga, en el que explora la leyenda de Xipahuatzi y su trágico final.
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“Hace tres años que desde México he venido a vivir en España, y decido ir a explorar el lugar donde vivió la princesa. A la vez que descubro estas montañas y a través de la manera que tienen los personajes de contar esta historia, esta película habla de la relación humana con el espacio que habitamos” , escribe Ordaz en la presentación del documental. “El lugar que queremos sentir nuestro lo llenamos de significados, de recuerdos, de querencias, de cuentos… ¿Qué es la patria, la tierra, el pueblo, sino un lugar dentro de nosotros mismos?"
En 2015, el escritor catalán Jordi Soler publicó Ese príncipe que fui (Alfaguara), una novela inspirada en las aventuras del último emperador azteca, L. Vilar Pradal de Mir, más conocido como Guillem III de Grau-Moctezuma, que decía ser el último descendiente de la princesa Xipahuatzin.
En los años sesenta, este personaje estrafalario se dedicó a estafar a burgueses de Barcelona vendiéndoles títulos nobiliarios aztecas que se inventaba. Ese príncipe que fui es la deslumbrante narración de la vida frenética de Federico de Grau Moctezuma, de sus glorias y de sus fracasos, de su afán de ostentación, de su afición a la fiesta y al alcohol, de su ascenso y su caída, y de su oscuro retiro en un pueblo mexicano cuyos habitantes son los únicos que reconocen sus nexos con la realeza prehispánica.
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