Si algo hemos aprendido durante el último año, es que en las Primarias Demócratas todo se trata de la estrategia de campaña.

Mientras el Senador Bernie Sanders construía su movimiento político de base a partir de las semillas sembradas durante sus aventuras previas hacia la presidencia, el ex vicepresidente Joe Biden utilizaba la carta “Obama” y su representatividad del status quo para atraer su base votante.

Simultáneamente, las senadoras Elizabeth Warren y Amy Klobuchar buscaban un punto medio para unificar el partido bajo la promesa fallida en el 2016 de una presidenta mujer, con “un plan para todo” y la apuesta a la experiencia, respectivamente.

Sin embargo, y en medio de un último trecho minado por millonarios oportunistas, la cruzada del alcalde de South Bend, Pete Buttigieg, fue una de las que más llamó la atención de analistas y de votantes por igual.

El alcalde Pete no sólo fue el único candidato con experiencia militar en la boleta, sino también el primer y único candidato abiertamente homosexual a la presidencia estadounidense.

Aunque muchos pensaban que la homofobia endógena del país sería un obstáculo para su candidatura, su manejo del lenguaje y su profundo compromiso con la religión le abrió puertas inesperadas.

En su propia localidad, y tras anunciar que era homosexual, Buttigieg fue reelecto en el 2015 con el 80% del voto, algo que el joven político pretendía trasladar a su campaña nacional.

Al anunciar su candidatura a la nominación demócrata 14 de abril del 2019, el alcalde Pete propuso su plataforma progresista a favor del capitalismo democrático, y se posicionó como una opción sólida para el votante centrista en el grueso demócrata.

Para febrero del 2020, Buttigieg contaba con el 26.2% de los votos tras el Caucus de Iowa, llegó de segundo en las primarias de New Hampshire y, a pesar de haber conseguido 26 delegados y estar por encima de las senadoras Warren y Klobuchar, anunció su retirada de la contienda el 1 de marzo.

Tras cancelar un mitin el domingo por la noche en Dallas y una recaudación de fondos el lunes en Austin, el candidato anunció su retirada a sus seguidores diciendo: “a veces el camino más largo es el más corto para volver a casa”, según reportó el New York Times.

“La verdad es que el camino se ha estrechado hasta el final, no sólo para nuestra candidatura sino también para nuestra causa,” agregó. “Esta noche tomo la difícil decisión de suspender mi campaña para la presidencia”.

El Times reportó que Buttigieg argumentó su decisión ante sus donantes diciendo que era “lo correcto” al evaluar los números, agregando que los demócratas necesitan “el candidato adecuado” para vencer a Donald Trump en noviembre.

Según personas cercanas a su campaña, el alcalde mantuvo conversaciones con el ex vicepresidente Joe Biden y anunciará su respaldo en las próximas horas, lo que implica el comienzo de una sólida campaña centrista contra la fuerza del senador Sanders.

"Necesitamos liderazgo para curar una nación dividida, no para separarnos más", dijo Buttigieg en su discurso de retirada. "Necesitamos una agenda amplia para cumplir con el pueblo americano, no una que se pierda en la ideología. Necesitamos un enfoque lo suficientemente fuerte no sólo para ganar la Casa Blanca, sino para mantener la Cámara, ganar el Senado y enviar a Mitch McConnell a la jubilación".