Si el recuento del Censo 2020 no se realiza dentro del plazo del 31 de diciembre para informar sobre las cifras de reparto, sería un golpe a los esfuerzos del Presidente Donald Trump de excluir a los inmigrantes indocumentados del recuento. Su administración habría usado el sub-conteo para distribuir cuántos escaños en el Congreso obtiene cada estado, y cómo se distribuyen a su favor 1,5 billones de dólares en gastos federales.

El miércoles 18 de noviembre el New York Times informó que tres funcionarios de la Oficina del Censo dijeron al Departamento de Comercio que las anormalidades en la operación de procesamiento de datos a gran escala han retrasado la finalización de los totales de población hasta mediados de febrero. 

El plazo para completar el Censo 2020 terminó oficialmente el 15 de octubre, después de que la administración de Trump duplicara una extensión.

Pero incluso después de terminar el conteo dos semanas antes, Trump necesitaría recibir los números de la Oficina del Censo antes de que su mandato termine el 20 de enero para alterar los números - para excluir a los inmigrantes indocumentados - antes de que lo entregue al Congreso para su certificación.

El Caucus Hispano del Congreso ha planteado que este no es el único tema en cuestión. Sí, la administración de Trump puede no ser capaz de hacer las alteraciones que deseaba, pero varias demográficas, a saber, poblaciones negras, latinas e indígenas en zonas de difícil acceso, siguen siendo objeto de un recuento insuficiente.

Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator

El calendario condensado preocupa a los expertos, informó el Washington Post, ya que las medidas de control de calidad han sido abandonadas en la prisa por cumplir el plazo. El Post también informó que el gobierno tampoco ha explicado cómo planea identificar y contar a los inmigrantes indocumentados, ya que no existen listas precisas.

En años anteriores, la Oficina del Censo tardó aproximadamente 20-26 semanas en completar las actividades de control de calidad de los datos post-conteo.  Este año sólo tardan 11 semanas para cumplir con el plazo. 

Esta compresión del proceso pone mucho en duda, especialmente después de un recuento del censo plagado de retrasos relacionados con Covid, desastres naturales, cambios de plazos y litigios.

Ya hay anormalidades en el proceso de verificación de datos usado para distribuir 1,5 billones de dólares en fondos federales, repartir los asientos del Congreso y redistribuir los distritos estatales.

La Oficina ha dado considerables advertencias tempranas.

En abril, con una pandemia en pleno apogeo, la Oficina del Censo pidió al Congreso que extendiera el plazo del 31 de diciembre al 2021. Esto se hizo después de la advertencia temprana de tal posibilidad en mayo.

La administración de Trump también pidió al Congreso extender los plazos de reporte del censo por cuatro meses.

En mayo, los funcionarios de la oficina volvieron a advertir que ya no podían entregar los números del estado para finales de año debido a las interrupciones causadas por el Covid-19.

Pero en julio, Trump dio marcha atrás y ordenó que se cumpliera el plazo legal, y empezó a presionar a la oficina para que se cumpliera el plazo del 31 de diciembre. Esto vino con un memorando presidencial que pedía la eliminación de los inmigrantes indocumentados de los recuentos utilizados para reasignar los 435 escaños de la Cámara, y los votos dentro del Colegio Electoral.

La integridad del censo aún puede salvarse extendiendo los plazos legales de presentación de informes para dar a la Oficina del Censo el tiempo y el espacio que necesita para revisar, procesar y tabular los datos. Una propuesta que ha sido recogida por los Demócratas de la Cámara y un pequeño grupo bipartidista de senadores, pero que aún no se ha convertido en ley, informó NPR.

Incluso si la administración de Trump supera todas las barreras legales, y si el conteo es de alguna manera capaz de entregar números antes de que termine su mandato, no hay ninguna manera viable de restar los inmigrantes indocumentados del total.

Lo que está en juego, debido a un conteo apresurado del censo, es la representación exacta de todos.