Ya lo hemos dicho antes: el candidato demócrata que sepa hacerse con el apoyo del voto Latino estará llevándose consigo a la minoría étnica más grande del país.

Si bien es cierto que una parte del electorado Hispano en Estados Unidos es aún Republicano, gran parte de ellos –en especial los nuevos votantes– están esperando un cambio radical en la política nacional.

Muestra de ello fueron las elecciones de mitad de período, donde los Demócratas se hicieron con la mayoría en la Cámara de Representantes que cuenta ahora con caras nuevas, jóvenes y que representan la real heterogeneidad del país.

El mejor ejemplo es la representante demócrata del Bronx, Alexandria Ocasio-Cortéz.

La congresista más joven en la historia del Congreso inició su carrera política como organizadora voluntaria de la campaña de Bernie Sanders en el 2016, y era de esperarse que fuera una de las primeras en anunciar su apoyo al Senador en su nueva cruzada por la presidencia.

A finales del mes de Octubre, Ocasio-Cortéz presentó al candidato en su mitin de campaña más grande hasta el momento a pocos pasos del Washingotn Square Park, y asegurando que la única razón por la que tuvo “alguna esperanza” de lanzar su carrera al Congreso fue “porque Bernie Sanders demostró que puedes llevar a cabo una campaña de política de base en una América donde pensamos que era casi imposible”.

La presencia de una de las políticas más populares a nivel nacional en el escenario de Sanders parecía ser el arma secreta en un momento clave para las primarias demócratas.

Sin embargo, y una vez se hubo reducido la cantidad de candidatos, el panel demócrata se ha quedado nuevamente sin gran parte de sus representantes de color –en especial después de que la Senadora Kamala Harris anunciara su retiro, y después de que candidatos como Corey Booker o Julián Castro no lograran clasificar para los últimos debates.

Es allí donde Ocasio-Cortéz entró en juego.

Durante una asamblea pública en Las Vegas el pasado domingo, la congresista volvió a acompañar a Sanders frente a alrededor de 2.000 personas, dando un discurso completamente en español.

Después de asegurar que hablar el idioma de sus padres es “un proyecto personal” que pretende mejorar, la Congresista hilvanó su mejor retórica con un español casi impecable –acento y pequeños modismos aparte– contando su historia desde un hogar de inmigrantes hasta el suelo del Congreso.

“Como muchos estadounidenses de primera, segunda y tercera generación, crecí entre dos mundos y en múltiples contextos”, explicó Ocasio-Cortéz. “Mi mamá nació en Puerto Rico y mi papá nació en el sur del Bronx, mientras el Bronx estaba ardiendo”.

Tras recordar la lucha de su familia por subsistir en un país donde la división de clases y de razas sigue siendo un obstáculo para los inmigrantes, la Congresista argumentó la necesidad de apoyar un proyecto como el de Sanders en especial en miras al 2020.

“Podemos hacerlo mejor, nos merecemos algo mejor”, explicó, recordando cómo al trabajar “codo a codo con inmigrantes indocumentados” en una taquería en el Bronx, pudo ver de primera mano la explotación laboral y cómo “tu valor depende del tamaño de tu cuenta bancaria”.

“No fue (sino) hasta que escuché las ideas y la campaña de un hombre llamado Bernie Sanders que comencé a ver un camino para reclamar nuestro valor como seres humanos. Comencé a darme cuenta de que no sólo merecemos Medicare para todos, sino que si nos organizamos y nos mantenemos unidos podemos tenerlo”.

Ocasio-Cortéz alabó de esta manera gran parte del proyecto presidencial de Sanders, incluyendo la vivienda asequible como derecho humano, la inversión en la educación y un salario digno para todos.

“Hoy siento más que nunca que el cambio está a nuestro alcance”, finalizó. “Hoy tenemos un aliado en nuestra lucha por la igualdad y la justicia.”

Según cifras de la encuesta Univision/Latino Decisions del mes de Septiembre, Sanders sigue siendo el candidato favorito entre los votantes Hispanos no Republicanos, con un 21% de aprobación.

Ahora, con el respaldo de Ocasio-Cortéz, esto podría aumentar y cambiar la perspectiva de la carrera demócrata durante los próximos meses.