Aquellos fieles seguidores de los mapas celestes, ya sean astrónomos o aficionados, conocen de las extrañas conjunciones que se dan por fin de año y que probablemente fueran el origen de los ritos paganos que empezaron a marcar esas fechas como días especiales. Por ello no es de sorprender la excitación de este año conforme puede contemplarse poco a poco como Júpiter y Saturno se unen para la “Gran Conjunción”.

Así pues, cuando se superpongan del todo del 16 al 21 de diciembre, podrán presenciar la visión de una especie de “planeta doble” que no se registraba desde el siglo XIII en el que se fusionaran visualmente los anillos de Saturno y los cinturones de Júpiter. Algo que según informa para la BBC el profesor de astronomía de la Universidad del Valle y director de la Red Colombiana de Astronomía, Marino Hernando Guarín, supone “un regalo de Navidad anticipado para los aficionados a la astronomía” puesto que estos dos planetas son considerados los “reyes de la observación”. 

El fenómeno podrá ser observado a simple vista en muy buenas condiciones, como el cielo despejado y la ausencia de nubes o edificios, pero todos los profesionales atentos saben que es mucho mejor contar con un telescopio o acudir a un observatorio para presenciar excepciones de este calibre. La cercanía con Ecuador también resulta crucial para su visibilidad. 

La alineación resulta especialmente particular debida a los muy distintos ciclos de rotación al Sol, treinta años en el caso de Saturno y doce en el de Júpiter. Existen discrepancias científicas con respecto a si la última vez que la humanidad presenció una alineación tan cercana fue en julio de 1623 o en marzo de 1226. De lo que sí parecen mucho más seguros es de que habrá que esperar hasta marzo de 2080 y después hasta el año 2400 para poder volver a apreciar dicha alineación.

Los planetas, que aunque ya parecían pegados en realidad estaban separados por más de 800.000 kilómetros, compartirán pues una luminosidad y efectos eléctricos apreciables hasta que termine el año. Dicho privilegio es interpretado por algunos, más místicos, en clave de señal sobre el futuro que nos depara 2021 y la pandemia mundial. 

Y es que siempre que suceden grandes cambios, como sucediera el siglo pasado con las señales del cambio del eón de Horus al eón de Acuario, acuden raudos al cielo en busca de señales, por lo que tampoco resulta extraño que redes como YouTube se hayan llenado de intérpretes de este fenómeno celeste. 

Sea como fuere, y al margen de las posibles y probables interpretaciones, está claro que este año tampoco resulta anodino en lo que a fenómenos astrales se refiere. Dentro de unas semanas, el 14 de diciembre, los aficionados también podrán observar un eclipse solar que será especialmente visible en la zona alrededor de la Patagonia argentina. Lo que, junto a la Gran Conjunción, tal y como decía es interpretado por muchos como una señal de cambio que tarde o temprano el resto podremos corroborar o negar.