Black Panther llegó a las pantallas estadounidenses en el mejor momento: bajo el mandato de un presidente de discurso claramente racista. El film, protagonizada por el que fue el primer héroe de cómic de raza negra, ha batido récords de taquilla en Estados Unidos este fin de semana, recaudando 192 millones de dólares, según informó el estudio Disney, que ha coproducido la película con Marvel. que dirigida por Ryan Coogler.

 La película, dirigida por Ryan Coogler y protagonizada enteramente por actores negros, narra la historia de un monarca africano en un país imaginario llamado Wakanda, un paraíso futurista e hiperavanzado tecnológicamente. El film ha roto barreras y tabús raciales en todo el mundo, desde Washington hasta Suráfrica o Costa de Marfil, donde los espectadores viven con emoción esta leyenda de ficción plagada de referencias al continente africano.

“Black Panther abre las puertas a la diversidad en el cine”, dijo el diario español Expansión tras el estreno de la película, el 16 de febrero.

Según el diario El País, “la película de Coogler explica aquello que a Estados Unidos tanto le cuesta asumir: que es una nación abrumada por su propio racismo”.

Black Panther, interpretado por el actor Chadwick Boseman, representa al rey de Wakanda,  donde se encuentran las mayores reservas de un metal muy preciado llamado vibranium  y que jamás ha sido conquistado. El protagonista, con la ayuda de un ejército de mujeres, deberá defenderse de las fuerzas invasoras.

La historia está basada en el cómic Black Panther, creado en 1966, antes de que se creara en EEUU la organización de defensa de los derechos de los negros con el mismo nombre. Sus creadores, Stan Lee y Jack Kirby, habían creado antes los X-Men.

El éxito de Black Panther, un personaje triunfador, moderno, es una bofetada a la cara a los valores que encarna Donald Trump, un presidente que no se cansa de insultar a los inmigrantes y que recientemente ha llamado “lugares de mierda” a Haití, El Salvador y “otros países africanos”.

Países como podría ser Costa de Marfil, donde la película de Marvel está triunfando como la espuma, según reportó El País. “Siento mucho orgullo, como africana y como marfileña”, dijo una de las espectadoras entrevistadas por el diario español en una sala de cine de la capital marfileña, Abiyán. El éxito de la película ha sido tal, que los fans acuden al cine vestidos al estilo “wakandés”.

 “Es un momento decisivo para los afroamericanos y Hollywood”, dice la revista Rolling Stone. No es solo la primera película de superhéroes con un elenco predominantemente negro: es la primera con un director negro, escritores negros, diseñadores de vestuario y producción negros, y un productor ejecutivo negro. Los grupos comunitarios están alquilando teatros enteros para proyectarla; la gente lleva a cabo campañas de crowdfunding para comprar boletos para niños negros que quizás no podrían verla de otra manera.