La recesión afectó el bolsillo de la mayoría de estadounidenses, que dejaron de comprar casa, autos y demás, pero no hicieron lo mismo con el mercado de las armas de fuego.

Según dartos del FBI, a principios del año pasado la venta de armas aumentó en un 28,8% en comparación con 2008. Esa tendencia se mantuvo durante los siguientes meses con "incrementos entre 15% y 30% cada 30 días".

SportsOneSource,
empresa que contabiliza la venta de este tipo de productos, le hizo seguimiento a las dinámicas del mercado de armas y concluyó que "las ventas
al detalle de armas de fuego por parte de grandes tiendas se
incrementaron casi 40% en 2009".

Hay quienes explican el fenómeno con el argumento de la llegada al poder de Barack Obama, del partido Demócrata, que históricamente ha limitado el acceso a las armas de fuego.