Un total de 41 personas han sido
hospitalizadas y 3 continúan desaparecidas tras producirse una
explosión en una planta procesadora de alimentos en Garner, en
Carolina del Norte, informó la policía local.

La explosión, que se produjo en el sur de la planta, provocó el
desplome del tejado del edificio y liberó una gran proporción de
amoníaco en la atmósfera.

El sargento Joe Binns dijo al diario local News & Observer que
había 300 personas en el interior del edificio en el momento del
accidente, y aseguró que la policía está colaborando con equipos
especializados para determinar las causas.

Además, están investigando una amenaza de bomba que la planta
recibió el sábado, según confirmó el teniente Chris Hagwood.

Varios trabajadores de una fábrica de salchichas contigua
afirmaron que el estallido se produjo hacia las 11:30 de la mañana
(15:30 GMT), reventando puertas, aplastando coches y llenando la
atmósfera de un intenso olor a amoníaco.

Una portavoz del hospital local confirmó que diecisiete personas
habían llegado a su sala de urgencias procedentes del edificio con
afecciones que varían desde quemaduras hasta inhalación de humo, y
que dos de ellas se encuentran en estado grave.

Junto a los equipos de rescate, bomberos y expertos en materiales
peligrosos se encuentran en la escena para contener la expansión de
los gases tóxicos, que han impedido que los equipos de rescate
puedan acceder al edificio.

Las carreteras permanecen bloqueadas en un radio de dos
kilómetros a la redonda.

Jeff Mochal, portavoz de la cadena a la que pertenece la planta,
Conagra, aseguró que la empresa ha movilizado a un equipo para
"garantizar la seguridad de los empleados" de la fábrica, que da
trabajo a 900 personas en tres turnos.

La planta recibió una advertencia en agosto de 2006 por no formar
correctamente a los empleados respecto a los materiales peligrosos
del lugar, según el Departamento de Trabajo de Carolina del Norte.