El eventual retorno de Honduras a la
Organización de Estados Americanos (OEA) centró todo el interés de
la primera jornada de la 40 Asamblea General, que sirvió para
allanar el camino de retorno del país centroamericano.

El tema de
Honduras no estaba en la agenda oficial, pero figuraba
como asunto de discusión informal en el almuerzo y el diálogo que
los cancilleres celebraron a puerta cerrada en Lima, y como era de
esperarse se convirtió en el "plato de fondo".

De hecho, los
cancilleres de los 33 países miembros activos de la
OEA acordaron crear una comisión de alto nivel que hará las
gestiones necesarias para impulsar el regreso de Honduras a la OEA y
que tendrá que presentar sus resultados a más tardar el 30 de julio.

Fuentes
diplomáticas conocedoras del acuerdo alcanzado esta noche
indicaron a Efe que la comisión será designada por el secretario
general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel
Insulza, y que su tarea será "evaluar" la situación en Honduras, lo
que implicará viajar a Tegucigalpa para realizar sus gestiones.

En
definitiva, su tarea será evaluar las condiciones que permitan
el regreso de ese país centroamericano a la OEA.

El anuncio se
hará mañana en una de las sesiones plenarias de la
XL Asamblea General del organismo interamericano, el último día de
la reunión anual de cancilleres, informaron las fuentes.

El
acuerdo fue alcanzado tras horas de deliberaciones a puerta
cerrada entre los cancilleres americanos y con varias propuestas
sobre la mesa, luego de lo cual el canciller salvadoreño, Hugo
Martínez, adelantó a la prensa que podría haber un "anuncio
importante" sobre los próximos pasos a dar para promover el regreso
de Honduras al Sistema Interamericano.

No es la primera vez que
la OEA aplica la fórmula de una comisión
de alto nivel en el caso de Honduras, pues después del golpe de
Estado que derrocó el 28 de junio de 2009 a Manuel Zelaya envió
varias misiones a Tegucigalpa.

La primera de ellas buscó tratar
de restaurar el orden
democrático y constitucional y restituir al ex presidente, y después
otra comisión intentó negociar una salida a la crisis y forjar un
acuerdo de reconciliación nacional entre golpistas y el Gobierno
legítimo.

El acuerdo supone un paso importante hacia la posible
reincorporación de Honduras en la OEA, pues casi un año después del
golpe de Estado la mayoría de los países rechazaba esta opción.

El
tema que más preocupa a los países miembros es la vuelta de
Zelaya a Honduras, pues reclaman que regrese con todas las garantías
y sin el peligro de que sea "perseguido".

Para otros muchos
también los derechos humanos en Honduras
constituyen una preocupación y algunos demandan además que la
Comisión de la Verdad efectúe primero su trabajo para normalizar la
situación y fomentar la reconciliación nacional.

Esta mañana
quedaba evidenciada la división que aún existe en el
continente sobre el futuro de Honduras en la OEA.

En su
intervención de la mañana, la jefa de la diplomacia
estadounidense, Hillary Clinton, fue
rotunda: "Es hora de mirar
adelante y dar la bienvenida a la vuelta de Honduras a la comunidad
interamericana", toda vez que el Gobierno de Porfirio Lobo "ha
demostrado un compromiso fuerte y consistente con el orden
constitucional y la gobernabilidad democrática".

Por el "frente
de rechazo" se expresó Ecuador. Su canciller,
Ricardo Patiño, recalcó que no piensa reconocer al Gobierno de Lobo
mientras "se sigan cometiendo violaciones de derechos humanos",
Zelaya continúe "perseguido judicialmente" y no se apliquen las
sanciones correspondientes a los protagonistas del golpe de Estado.