La Coalición de Illinois para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados agradeció este miércoles a los senadores
Dick Durbin (D-Illinois) y Richard Lugar (R-Indiana) por haber
pedido el fin de la deportación de estudiantes indocumentados.

En
una declaración, la coalición dice que los senadores enviaron
el martes una carta a la Secretaria de Seguridad Nacional (DHS),
Janet Napolitano, en la que pidieron suspender las deportaciones de
jóvenes que podrían beneficiarse de la iniciativa DREAM-Act.

Aunque
estos jóvenes están en el país de forma ilegal, "no deben
ser expulsados de Estados Unidos... muchos vinieron con sus padres
cuando eran demasiado pequeños para entender las consecuencias de
sus acciones", indicaron en la misiva a la titular del DHS.

Estos
estudiantes "no son ni deberían ser una prioridad de (las
tareas policiales) del DHS", insistieron ambos senadores.

De
acuerdo con un dictamen judicial de 1982, los indocumentados
tienen derecho a la educación pública en la primaria y secundaria, y
la ley federal en sí no prohíbe que éstos puedan asistir a la
universidad.

En la práctica, sin embargo, estos estudiantes
afrontan numerosos
obstáculos, incluyendo los requisitos de admisión, restricciones
para acceder a la matrícula estatal y la falta de ayuda financiera.

"Aplaudimos
a los senadores por trabajar juntos para encontrar
soluciones reales a las consecuencias devastadoras provocadas por el
sistema migratorio de nuestro país", dice la declaración.

"Agradecemos
además al senador Durbin por su liderazgo para
avanzar hacia una reforma migratoria integral, y por su continuo
apoyo a los jóvenes indocumentados", agrega.

Según la coalición,
al pedir al gobierno que se proteja a los
estudiantes los senadores reconocen que "las deportaciones están
destruyendo a familias y comunidades".

Afirma que para arreglar
los problemas del sistema migratorio,
"que somete a las comunidades inmigrantes a un ataque continuo", la
cooperación bipartidista es crucial.

Según la DREAM-Act, a
consideración del Congreso, más de 65.000
estudiantes indocumentados se gradúan anualmente en las secundarias
de los Estados Unidos sin posibilidades de continuar su educación
superior.

El proyecto de ley legalizaría el estatus de aquellos
que
llegaron a este país antes de haber cumplido 16 años.

Para ello
deben graduarse de una secundaria u obtener el
certificado GED equivalente, además de cursar estudios
universitarios o servir en las fuerzas armadas por dos años.

"El
senador Durbin entiende que la deportación indiscriminada de
inmigrantes, sin considerar sus contribuciones u otras
circunstancias, no tiene sentido", afirma la coalición.