Balancear el presupuesto
estatal, impulsar la economía y aplicar mano dura a la inmigración
ilegal son algunos de los temas prioritarios que la gobernadora de
Arizona, Jane Brewer, expuso anoche en su informe de estado.

"Trabajaré con el Legislativo estatal para aprobar reformas
sensatas que frenen la inmigración ilegal a nuestro estado", dijo
Brewer durante su primer informe de estado como Gobernadora de
Arizona al inicio de la presente sesión legislativa.

"¡Ya es suficiente! hay que asegurar nuestra frontera", enfatizó.

La mandataria republicana dijo que trabajará muy de cerca con los
legisladores, especialmente con el senador Russell Pearce, para
endurecer las penas contra aquellos indocumentados con antecedentes
criminales que regresen al estado después de ser deportados.

Como parte de su plan para reducir un déficit presupuestario
calculado en más de 3.000 millones de dólares y que podría elevarse
a más de 4.500 millones el próximo año, Brewer ordenó al
Departamento de Correcciones de Arizona entregar a Inmigración
cuanto antes a todos los reos indocumentados no violentos para su
deportación inmediata, tal y como lo permite la ley.

"El encarcelamiento de estos criminales indocumentados no es sola
responsabilidad de Arizona. Es la obligación legal y moral de
Washington", sostuvo la gobernadora.

Criticó fuertemente al Gobierno federal, al que la semana pasada
envió una factura de más de mil millones de dólares por los gastos
ocasionados por el encarcelamiento de inmigrantes indocumentados
durante el periodo del año fiscal 2004 hasta 2008 en este estado.

En Arizona anualmente se reporta el mayor número de arrestos y
muertes de indocumentados, así como se han establecido nuevos
récords en la confiscación de dinero en efectivo y de marihuana.

También fue el primer estado en la nación en implementar una ley
que sanciona a los negocios que emplean a sabiendas a indocumentados
y desde noviembre pasado los empleados de agencias estatales deben
denunciar ante las autoridades de inmigración a las personas "sin
papeles" que acuden a solicitar ayuda pública.

"Estados Unidos es un país de inmigrantes pero no debemos tolerar
a aquellos que han quebrantado la ley para tener derecho a vivir en
este país", dijo Brewer.

Como parte de su plan para mejorar la economía del estado, la
mandataria se comprometió a convertir en Arizona en un estado
"amigable" para los negocios, prometiendo la inversión de 10
millones de dólares en programas de entrenamiento vocacional.

Indicó que se ha reducido el gasto del gobierno en más de mil
millones de dólares y se han reducido los empleos públicos en un 10
por ciento.

Pero aseguró que esto no ha sido suficiente y que no se podrá
balancear el presupuesto solamente con recortes, por lo que tiene su
mirada fija en el sector privado, específicamente en compañías que
generan trabajos "verdes".

"El poder cumplir con nuestras metas económicas significa
trabajar con el sector privado para impulsar la economía del
estado", señaló Brewer ante los miembros del Legislativo en Phoenix.

Explicó que parte de su plan incluye la inauguración de una
planta solar de la compañía Suntech Power Holding Co, la cual
empleará cerca de 75 personas durante su primera fase en Phoenix.

Adicionalmente, Brewer anunció que la compañía Tower Automotive
expandirá sus operaciones en este estado, invirtiendo más de 50
millones de dólares con lo que creará 200 nuevos empleos.

La gobernadora puso énfasis en la necesidad de reformar una ley
estatal aprobada en el 2000 que proporciona cuidado médico gratuito
a todas las personas que viven por debajo del nivel de pobreza
federal, al indicar que cerca de mil millones del déficit pueden ser
atribuidos a esta iniciativa.