Puerto Rico importa el 85 por ciento de los alimentos que consumen sus habitantes debido a la falta de competitividad de las empresas de la isla, según explicó a Efe el secretario del Departamento de Agricultura, Javier Rivera.

"Aunque contamos con la capacidad técnica, no somos capaces de producir competitivamente", señaló Rivera sobre el problema de Puerto Rico para autoabastecerse de alimentos, lo que provoca el recurso a la importación, mayoritariamente desde los Estados Unidos.

Rivera recordó además que según las últimas estadísticas disponibles publicadas en 2008 -referidas a los últimos cinco años-, Puerto Rico redujo su producción agrícola en ese quinquenio un 20 por ciento.

El secretario achacó esa bajada en la producción a los altos costes operacionales que implica el cultivo de productos agrícolas en la isla, debido a lo caro de la mano de obra y los elevados precios de la energía y los fertilizantes.

Rivera reconoció que por ello muchos agricultores -por debajo de los 2.000 en toda la isla, según las últimas estadísticas- pasan a depender de los subsidios gubernamentales para poder mantener su actividad productiva.

Aclaró que no es fácil invertir esa situación dada la dimensión de Puerto Rico, cuyos empresarios no pueden competir con las economías de escala de compañías de grandes países, en sus palabras.

Rivera resaltó que, no obstante, el Gobierno que encabeza Luis Fortuño tiene como objetivo reforzar la creación de empleo en ese sector productivo, como forma de combatir la alta tasa de paro que registra el país, por encima del 16 por ciento de la población activa.

"La agricultura es una alternativa adicional para el empleo", dijo, tras lamentar la falta de iniciativa empresarial en el sector y, sobre todo, la carencia de innovación por parte de los empresarios del país.

Rivera resaltó que para enmendar la situación su departamento promueve un programa de capacitación para agricultores que permita adoptar tecnología moderna y que se convierta en la base de una futura "incubadora de empresas" para el sector.

Se refirió al la Ley de Promoción de Empresas de Biotecnología Agrícola, que tiene como propósito establecer la política pública adecuada para fomentar el establecimiento de compañías orientadas a la biotecnología en puerto Rico.

Por otro lado, Rivera reconoció que la industria avícola puertorriqueña sufre los efectos de la importación -término que precisó puede no ser correcto por tratarse la isla de un Estado Libre Asociado- de huevos de Estados Unidos, más baratos pero también de tamaño más pequeño.

El secretario de Agricultura señaló que hay quien define como "dumping" -venta de productos a precios inferiores al costo- la comercialización en la isla de huevos estadounidenses, que son rechazados por los consumidores en su mercado de origen.

Rivera exhortó a los agricultores locales a que "conecten" con el comprador puertorriqueño para explicarle las ventajas de su producto frente a un huevo que hasta llegar a la isla sufre un proceso de transporte de días, lo que podría mermar su calidad.

Sobre la posible construcción de un centro en Guayama, al sureste de la isla, para la reproducción de monos, dijo que si genera empleo será bienvenido, aunque advirtió de que deberá disponer de un sistema eficiente de control de los primates.

El secretario reconoció que es necesario exigir además una fianza -1,5 millones de dólares- a los promotores de la iniciativa para asegurase de que no se producen situaciones como las ocurridas con los monos utilizados a mediados de la década del cincuenta del pasado siglo para estudios en islotes del sur de Puerto Rico.

Rivera recordó que ese centro fue abandonado y que los simios cruzaron a nado al sur de la isla caribeña, cuyos descendientes se convertieron en un problema para la agricultura de la zona.

En cuanto a la repercusión que la gripe A tuvo en el sector de la producción porcina de la isla, dijo que tras una pequeña desaceleración del mercado se tomaron medidas que han conseguido estabilizar el sector.