Decepción causó al Consejo Nacional de La Raza (NCLR) el veredicto alcanzado por un jurado el viernes pasado en Shenandoah (PA), que absolvió a dos estudiantes acusados de los hechos que terminaron con la muerte del inmigrante Luis Ramírez.

Los acusados, Brandon Piekarsky y Derrick Donchak, fueron encontrados no culpables de los cargos de asesinato en tercer grado, asalto agravado e intimidación racial.

“Coincidimos totalmente con la organización hermana MALDEF que no hubo justicia en este caso. Hacemos un llamado a Departamento de Justicia a abrir de inmediato una investigación completa del caso como un posible caso de crimen de odio", dijo Janet Murguía, presidenta y CEO del NCLR, la mayor organización latina del país.

CONLAMIC informó hoy martes que se se suma al llamado del NCLR y de
MALDEF de solicitar al Departamento de Justicia una investigación
inmediata.

Esta debe incluir, según el reverendo Miguel Rivera,
presidente de CONLAMIC, "el procedimiento investigativo, judicial y
motivos por concepto racial y odio".

Agregó que en el pasado
habían solicitado dicha intervención federal, "pero ahora con la
postura de estas dos entidades, es muy posible lograr este propósito".

"También urgimos al Senado a pasar una ley de prevención para casos de odio a nivel local (Local Law Enforcement Hate Crimes Prevention Act) lo antes posible para evitar que tales injusticias ocurran de nuevo", agregó Murguía.

“Aún no entendemos por qué el jurado actuó de esa forma, si fue que falló la fiscalía en la presentación de caso, o si la credibilidad en el testimonio de los otros agresores en este asesinato fue un problema; lo que nosotros sabemos es que un hombre que había visitado a sus amigos fue brutalmente golpeado, mientras era insultados con ofensas raciales, y perdió su vida como resultado de ello", señaló Murguía.

"Esto no puede ser tolerado por ninguna razón”.