La miopía, una condición visual que dificulta la visión de objetos lejanos, está experimentando un incremento alarmante a nivel mundial, especialmente entre niños y adolescentes. Actualmente, se estima que más de un tercio de los menores en todo el mundo padecen miopía, y las proyecciones indican que esta cifra podría alcanzar el 40% para el año 2050, afectando a más de 740 millones de jóvenes de entre 5 y 19 años.

Factores Contribuyentes al Aumento de la Miopía

Diversos estudios señalan que el estilo de vida moderno desempeña un papel crucial en el aumento de la miopía entre los jóvenes. El incremento en el uso de dispositivos electrónicos y la reducción del tiempo dedicado a actividades al aire libre son factores determinantes. La falta de exposición a la luz natural y el enfoque prolongado en objetos cercanos, como pantallas y libros, contribuyen al desarrollo y progresión de esta condición.

Proyecciones Futuras y Desafíos Regionales

Las proyecciones indican que la prevalencia de la miopía será mayor en Asia, con tasas estimadas del 69% para 2050. Además, se espera que las niñas y mujeres jóvenes presenten una mayor incidencia en comparación con los varones. Este aumento representa un desafío significativo para los sistemas de salud pública a nivel global, ya que la miopía no corregida o progresiva puede derivar en complicaciones oculares más graves en la edad adulta.

Estrategias de Prevención y Control

Para mitigar esta tendencia, los expertos recomiendan fomentar hábitos que promuevan la salud visual desde una edad temprana. Entre las estrategias sugeridas se incluyen:

• Aumento del Tiempo al Aire Libre: Se aconseja que los niños pasen al menos dos horas diarias al aire libre, ya que la exposición a la luz natural contribuye al desarrollo ocular saludable.

• Limitación del Uso de Pantallas: Reducir el tiempo frente a dispositivos electrónicos y promover descansos regulares durante actividades que requieren enfoque cercano puede ayudar a prevenir la progresión de la miopía.

• Revisiones Oftalmológicas Periódicas: Realizar exámenes visuales regulares permite la detección temprana y el manejo adecuado de la miopía, previniendo complicaciones futuras.

Conclusión

La creciente prevalencia de la miopía entre niños y adolescentes constituye una preocupación global que requiere la implementación de estrategias preventivas y educativas. Fomentar estilos de vida saludables, que incluyan mayor actividad al aire libre y una reducción en el uso de pantallas, es esencial para abordar esta crisis emergente y proteger la salud visual de las futuras generaciones.