Para Christian González, el fútbol es algo más que un juego. Es un homenaje a las personas que lo formaron. Este domingo, el cornerback novato de los New England Patriots saltará al campo con unas botas personalizadas en honor a su difunto amigo Keith Miller III, fallecido en abril.

Miller, amigo de toda la vida y antiguo compañero de equipo, era conocido por su energía contagiosa y su espíritu motivador. González recuerda con cariño su infancia en Texas, desde los bocadillos a escondidas en los entrenamientos hasta el dominio del fútbol en el instituto como dúo. "Era la luz de todas las habitaciones", afirma González. "Siempre me preguntaba cómo estaba y me recordaba lo mucho que me querían".

Las botas, que forman parte de la iniciativa My Cause My Cleats de la NFL, llevan el logotipo de la Fundación Kyle Cares, el apodo de Miller y una imagen digna de tatuaje de la celebración característica del dúo de sus días jugando juntos en la Universidad de Colorado.

González eligió Kyle Cares como su causa después de asistir a un evento comunitario de los Patriots en mayo. La organización sin ánimo de lucro fue fundada por Jim Johnson tras la muerte por suicidio de su hijo Kyle en 2018. Su misión es eliminar las autolesiones y el suicidio entre los jóvenes fomentando conversaciones abiertas sobre la salud mental.

Una amistad para toda la vida

El vínculo entre González y Miller comenzó en el área metropolitana de Dallas. Miller, receptor, insistió en convencer a González para que se trasladara a su instituto, The Colony. González finalmente se trasladó, dando crédito a Miller por la oportunidad. "No estaría donde estoy hoy sin él", dijo González.

La pareja continuó su asociación en la Universidad de Colorado, manteniendo su conexión incluso cuando González se trasladó a Oregón y Miller a Texas A&M-Commerce. Miller era el mayor apoyo de González, y le enviaba ánimos el día del partido sin falta.

La muerte de Miller en abril fue un golpe devastador. "Es difícil creer que alguien tan lleno de vida pueda estar luchando", dijo González. "Desearías haber podido hacer más".

Transformar la tragedia en acción

Tras el fallecimiento de Miller, González asistió a su funeral en Texas antes de regresar a Nueva Inglaterra. Cuando la Fundación Patriots ofreció a los jugadores la posibilidad de colaborar con Kyle Cares, González se apuntó de inmediato. En North Attleboro High School, se enteró del trabajo de la organización y se sintió obligado a hablar.

"Quiero utilizar mi plataforma para hablar de salud mental", dijo González. "Es importante. Expresa cómo te sientes, mantente positivo y quiere a la gente porque nunca sabes por lo que están pasando."

Un homenaje duradero

El domingo, las botas de González simbolizarán algo más que el apoyo a la concienciación sobre la salud mental: serán un homenaje a su mejor amigo. "Es la 'hora de Miller' para siempre", dijo González, refiriéndose al apodo de Miller. "Es mi manera de mantener vivo su nombre".

A través de su defensa, González espera inspirar a otros a mantener conversaciones abiertas sobre salud mental, garantizando que nadie se sienta solo en sus luchas.