Jorge Ramos da verdadera voz a los Latinos en el Debate Demócrata
El presentador de Univisión se transformó en un hito al poner a los candidatos demócratas contra las cuerdas y romper con la verborrea política.
Podemos tener todas las diferencias y discrepancias con la manera de hacer periodismo en Estados Unidos, pero si algo le debemos agradecer a la era Trump es el resurgir de voces necesarias en el momento oportuno.
Ese fue Jorge Ramos durante el debate demócrata el pasado jueves.
Haciendo referencia a la comunidad “Latinx”, Ramos abrió su participación como moderador dejando en claro que “en este país también se habla español”.
“Este debate se realiza en un momento muy difícil para los Latinos en Texas y en todo Estados unidos, pero es importante que ellos sepan y que sepamos que este es nuestro país”.
Sin detenerse en galanterías, Ramos abrió sus preguntas hablando directamente de Latinoamérica, en especial de la situación en Venezuela.
Intercalando los idiomas, el periodista dio voz a una comunidad que no había tenido oportunidad en los debates anteriores, ejemplificando la heterogeneidad de los Latinos en Estados Unidos.
En asuntos como la relación entre el veganismo y el cambio climático, por ejemplo, Ramos dio en el clavo en un asunto clave para la comunidad hispana en el país, después de que las encuestas previas a las elecciones de mitad de período determinaran la importancia que le dan los Latinos al Cambio Climático, y cómo sus comunidades han sido de las más afectadas por los desastres naturales.
Según explicaba The Hill a principios de año, “los Latinos son 165% más propensos a vivir en condados con niveles poco saludables de contaminación y un 51% más propensos a vivir en condados con niveles poco saludables de ozono que los blancos no hispanos”.
Sin embargo, y como bien planteó Ramos al candidato Corey Booker – único vegano entre los candidatos – la relación entre la alimentación y el cambio climático es un arma de doble filo para los Latinos, quienes forman el 80% de los trabajadores agrícolas en Estados Unidos.
Pero la pregunta más importante que hizo el periodista durante el debate tuvo que ver directamente con la inmigración.
Haciendo referencia a la masacre en El Paso, Ramos preguntó al vicepresidente Joe Biden:
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“El vicepresidente Biden, como candidato presidencial, en 2008, apoyó el muro fronterizo y dijo: ‘A diferencia de la mayoría de los demócratas, voté por 700 millas de valla’. Esto es lo que usted dijo”, dijo el periodista.
“Luego sirvió como vicepresidente en una administración que deportó a 3 millones de personas, la mayor cantidad en la historia de los Estados Unidos. ¿Hizo usted algo para evitar esas deportaciones? Quiero decir, le han hecho esta pregunta antes y usted se ha negado a responder, así que déjeme intentarlo nuevamente. ¿Está usted preparado para decir esta noche que usted y el presidente Obama cometieron un error acerca de las deportaciones? ¿Por qué los latinos deberían confiar en usted?”
Entre tartamudeos, Biden comparó su administración con Donald Trump y recurrió a la tarjeta DACA para intentar convencer al periodista.
“Si, pero aún así no responde la pregunta”, contraatacó Ramos, acorralando al favorito de los demócratas y poniéndolo en bandeja de plata para que el ex secretario de vivienda y desarrollo urbano, y único candidato Latino, Julián Castro atacara al ex vicepresidente donde más le duele:
“Mi problema con el vicepresidente Biden, y Cory lo señaló la última vez, es que cada vez que surge algo bueno sobre Barack Obama, dice: oh, estuve allí, estuve allí, estuve allí, ese soy yo también, y luego cada vez que alguien cuestiona parte de la administración de la que ambos formamos parte, dice, bueno, ese era el presidente,” dijo Castro. “Quiero decir, él quiere tomar el crédito por el trabajo de Obama, pero no responde a ninguna pregunta.”
Ramos ejemplificó la urgencia que tiene la comunidad latinoamericana en Estados Unidos de ser involucrada en el debate, de tener un puesto sobre la mesa y de hacerse sentir fuera de los estereotipos que la Casa Blanca de Donald Trump pretende imponerle.
Su voz y su estoicismo son sólo una muestra del verdadero reto que tienen los candidatos a la hora de convencer a un electorado profundamente golpeado por la Administración en los últimos dos años y medio.
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