DA Krasner tiene una nueva visión para el sistema de justicia penal en Filadelfia
En su primer año en el cargo, el fiscal del Distrito, Larry Krasner, ha cumplido varias de sus promesas de campaña que le valieron el apoyo de casi el 75 por…
Al fiscal del Distrito de Filadelfia, Larry Krasner, no le importa que sus refuerzos por reformar el sistema de justicia penal sean vistos como "radicales" –asegura que "no tiene miedo" a este término, pero sí quiere revisarlo– y señala que el trabajo que él y otros fiscales progresistas están llevando a cabo en todo el país para reducir el número de personas encarceladas es un esfuerzo por "volver a lo que debería ser normal".
"Diría que lo radical es un nivel constante de encarcelamiento durante décadas, hasta los 70, que fue consistente y no era muy diferente del de otros países, pero posteriormente aumentó hasta convertir a Estados Unidos en la nación con más gente encarcelada en todo el mundo", explica a AL DÍA durante una entrevista que tuvo lugar a finales del mes de marzo.
"Cuando miras atrás, te das cuenta de que las personas que realmente han sido radicales son aquellas de la derecha, que querían encarcelar a todos", agrega.
Al describir la visión de la reforma que ha traído a la Oficina del Fiscal del Distrito, y que posiblemente sea diferente a cualquier otra que Filadelfia haya visto, Krasner suele alternar su visión a través de una "lente histórica" en gran angular con una mirada centrada en las experiencias individuales de los habitantes de Filadelfia que han resultado afectados directamente por el sistema de justicia penal.
Mientras hablaba sobre los cambios en la nueva política de libertad condicional —que pretende reducir el número de personas bajo supervisión— este ex defensor público mencionó que hay 40.000 personas en libertad condicional en Filadelfia, en comparación con las 12.700 de la ciudad de Nueva York —un lugar seis veces más grande—; también cómo una sentencia de libertad condicional en la ciudad puede afectar a la vida de un individuo.
Según Krasner, un ciudadano que termina su periodo en prisión puede conseguir un trabajo y comenzar a mantener a su familia, pero las ausencias del trabajo para los registros semanales con su oficial de la libertad condicional suponen un ‘peaje’ acumulado durante cinco años, cuando deberían ser solo dos. Al final, el ciudadano que se reinserta se siente presionado a elegir el trabajo por encima de las obligaciones de su libertad condicional, y corre el riesgo de incurrir en una violación que le enviaría de nuevo a la cárcel.
La supervisión excesiva "se convierte en un montón de cables trampa por los que las personas caen mientras tratan de recuperarse y lograr que sus vidas cambien a mejor", dijo Krasner. "En realidad les hace fallar".
Así, Krasner explica, con todo lujo de detalles, el impacto que estas políticas y reformas tienen en la vida de cualquier persona de Filadelfia, y no solo en aquellos que tienen la repercusión de Meek Mill –cuyas violaciones de la libertad condicional le hicieron obtener una sentencia de dos años, convirtiendo su caso en uno de los más comentados de la Oficina del Fiscal del Distrito–.
Krasner reconoce que el caso de Meek Mill puede verse como un ejemplo de los desequilibrios evidentes en la libertad condicional que muchos residentes de Filadelfia deben enfrentar, sin el apoyo del dinero y la fama de los que dispone el rapero local.
Asimismo, el fiscal del distrito señala que Pensilvania es el segundo estado del país con sentencias de libertad condicional más excesivas. "El problema que tengo es que tenemos una legislatura, tenemos legisladores en el estado, que no están listos para cambiar las leyes tanto como deberían", dijo Krasner. "Pero nosotros, en Filadelfia, necesitamos estar seguros. Necesitamos usar nuestros recursos para prevenir el crimen a largo plazo, ahora debemos hacer todo lo que podamos para mejorar esta situación, y esperamos que los legisladores nos alcancen en unos pocos años".
Su enfoque a la hora de aplicar la ley teniendo en cuenta los contextos históricos y sociales que conforman el aspecto de la justicia individual es un sello distintivo de su enfoque para capacitar a nuevos fiscales, y una parte integral de la configuración de un sistema que es más equilibrado y, estadísticamente hablando, tiene mayor éxito a la hora de lograr que la sociedad sea más segura para todos.
La reducción de la libertad condicional ha sido el último de una serie de movimientos que el fiscal del Distrito ha llevado a cabo durante su primer año en el cargo, manteniéndose así fiel al curso dictado por su campaña. Las reformas han incluido aspectos como que los fiscales ya no buscan una fianza en efectivo ante muchos delitos no violentos, también la retirada de cargos por posesión de cualquier cantidad de marihuana, a las trabajadoras sexuales antes de una tercera condena y un cargo lo más bajo posible ante aquellos robo por debajo de los 500 dólares; así como una insistencia general en buscar alternativas al encarcelamiento, siempre que sea posible.
En julio, la Oficina del Fiscal del Distrito –bajo la dirección de Krasner– también otorgó dos de los tres votos necesarios para finalizar el contrato PARS, un acuerdo que permitía a ICE acceder a las acusaciones de la base de datos del Departamento de Policía de Filadelfia. De hecho, uno de sus primeros movimientos en el cargo fue crear el puesto de asesor de inmigración para la DAO y contratar al abogado de inmigración y ex defensor público Caleb Arnold para mejorar el manejo de los casos de aquellos acusados que fueran inmigrantes.
"No es habitual que haya políticos que tras elegidos para el cargo, trabajen arduamente para cumplir sus promesas de campaña, Larry ha continuado interactuando y preguntando: ‘¿Qué es importante para usted?, ¿qué debería estar haciendo?, ¿cuáles son los temas en los que debo concentrarme? y ¿cuál es el orden de prioridad?’”, aseguró J. Jondhi Harrell, director ejecutivo de The Center for Returning Citizens.
Harrell es parte de un grupo de activistas y organizaciones comunitarias que formaron la Coalición para un Fiscal del Distrito Justo, que apoyó a Krasner en su carrera y que, según Harrell, continúa asegurándose de que cumpla las promesas de campaña.
Harrell explica que la plataforma y la reputación del candidato eran un indicador para él y para los votantes afines de que "este podría ser el candidato en cuya campaña puedes creer".
Krasner ha trabajado durante seis años como defensor público en Filadelfia, tras graduarse de la Escuela de Derecho de Stanford en 1987. Más tarde, estableció su propio consultorio privado y pasó las siguientes décadas trabajando como abogado de derechos civiles.
Harrell dijo que, a menudo, se pasa por alto este aspecto después de su victoria, y que, sin duda, es un indicio de por qué los que apoyaron la campaña de Krasner continúan teniendo una comunicación abierta con la Oficina del Fiscal del Distrito, incluso después de su elección.
"Nos escuchan, nos responden", dijo Harrell.
El resultado más tangible de las reformas que ha llevado a cabo hasta ahora, y del que Krasner se muestra más orgulloso, ha sido la reducción del número de personas encarceladas en las prisiones del Condado de Filadelfia, de 6.500 a 4.700 personas el año pasado.
El hecho de que la administración haya logrado esto sin que aumente el índice general de delitos (es más, el porcentaje de crímenes violentos se redujo en un cinco por ciento en 2018, según datos del Departamento de Policía de Filadelfia) es una prueba, dijo Krasner, de que "realmente pudimos reducir la población carcelaria y no hicimos lo que nuestros oponentes dijeron que haríamos, que la ciudad fuera insegura".
Harrell señaló que existen múltiples factores que han contribuido al movimiento de toda la ciudad para reducir el encarcelamiento, incluida la campaña Close the Creek, liderada por él y otras personas anteriormente encarceladas, que llevó a la ciudad a decidir cerrar la Casa de Correccionales, más conocida como The Creek, en abril del año pasado; también en la donación de 3,5 millones dólares de la Fundación MacArthur, recibida en 2015 con el compromiso de utilizarla para reducir la población carcelaria.
Antes de que Krasner fuera elegido y asumiera el cargo, los esfuerzos de la ciudad impulsados por esta subvención dieron como resultado una reducción del 20 por ciento en el número de personas en prisión en solo dos años, lo que, combinado con la drástica disminución de la población encarcelada en el primer año de Krasner en el cargo, ha dado lugar a una drástica disminución total del 41,2 por ciento en el número de personas encarceladas en las prisiones del Condado de Filadelfia —de 8.000 en enero de 2015 a los 4.700 en enero de 2019—.
Pero Harrell señala que la reducción más reciente de la población carcelaria también es un resultado directo de las reformas en el terreno de la fianza en efectivo y la posesión de marihuana de Krasner, así como una nueva "filosofía" de buscar alternativas al encarcelamiento que está "comenzando a penetrar en la oficina del fiscal y, por extensión, en el sistema judicial".
Sin embargo, cifras como la tasa de homicidios han seguido aumentando y no muestran signos de desaceleración. El año pasado hubo 351 homicidios, frente a los 317 que se registraron en 2017.
Krasner explica que, al analizar los motivos de los homicidios con el Comisionado de Policía Richard Ross, se hizo evidente que el único responsable de este aumento fue el asesinato relacionado con las drogas.
“Tenemos que abordar algunos problemas terribles, estamos en medio de una crisis de opioides, hemos tenido un aumento en los homicidios, hemos tenido, a veces, un aumento en los tiroteos. Así que estos son asuntos realmente serios, no estoy minimizando ninguno de ellos", dijo.
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Pero, según Krasner, han aplicado la ley para abordar la crisis de opioides y los homicidios relacionados con las drogas: "No vamos a hacerlo a base de arrestos".
"De una manera integral, en toda la ciudad, tenemos que llegar al punto en el que los niños de 16 años no hayan perdido la esperanza, tienen algo mejor que hacer que vender drogas en una esquina y dispararse los unos a los otros por un insulto en Facebook", dijo Krasner, y agregó:" Para mí, en última instancia, eso tiene que ver con oportunidades de trabajo, y con la educación".
Pero en Filadelfia, el jurado aún está deliberando sobre si el enfoque de Krasner está realmente haciendo de la ciudad un lugar más seguro, cuidando a las víctimas y asegurándose de que la justicia se cumpla de manera uniforme.
Aunque Krasner estableció la primera Unidad de Servicios para Víctimas y Testigos de la Oficina el año pasado —diseñada para atender específicamente las necesidades de las víctimas de delitos y sus familias— ha habido algunas víctimas individuales de delitos, familiares de víctimas y grupos, como El Sindicato del Departamento de Policía, la Orden Fraternal de la Policía (FOP), que han expresado que la Oficina del Fiscal del Distrito operaba según su propia agenda en lugar de tener en cuenta los intereses de las víctimas y sus familias.
Eso sin mencionar a los 31 fiscales de distrito que Krasner despidió en su primera semana en el cargo, lo que continúa causando una reacción violenta entre algunos miembros de la comunidad legal.
En enero, el presidente de la FOP, John McNesby, atacó a DA Krasner en Fox News por sus políticas, afirmando que el nuevo fiscal del Distrito había mostrado "un gran desdén y aversión por la aplicación de la ley" y estaba implementando políticas que serían perjudiciales para la ciudad, alentando el crimen mediante la reducción de la población carcelaria.
Krasner dijo que la implementación de las reformas en las que se ha centrado su oficina, y la disminución de los delitos violentos registrados hasta el momento demuestra que la opinión de McNesby de que reducir la población carcelaria causaría un aumento en la delincuencia está lejos de ser validada.
"Estamos tratando de resolver delitos más graves, y para hacer eso debemos tener una relación de confianza entre la policía y las comunidades a las que sirven, y también entre los fiscales y las comunidades a las que sirven", dijo Krasner. "Si la gente teme a la policía, porque sienten que son militares, sienten que sus vecindarios están ocupados, eso hace que sea más difícil, no más fácil, resolver los crímenes".
Independientemente de la posición de Filadelfia sobre las reformas de Krasner en el sistema de justicia penal de la ciudad, es indiscutible que toda la nación está pendiente de cómo se desarrollarán. Filadelfia, como la ciudad más grande que aún no ha sido dirigida por un fiscal progresista y la ciudad con el mayor índice de encarcelamiento de las ciudades más grandes de Estados Unidos, es el punto de partida para las reformas que tendrán un impacto en todo el país.
Krasner, a menudo, enfatiza con la "ciencia" detrás de su iniciativa: en su cabeza, los números calibrarán el éxito (o el fracaso) de las reformas que ha implementado desde que asumió el cargo el año pasado. En su entrevista con AL DÍA, señala que las colaboraciones con tecnólogos e investigadores académicos le ayudaron en ese análisis.
Después de reformar la política de fianza en efectivo en febrero de 2018, Krasner y su equipo querían saber si la reducción en el número de personas detenidas en la cárcel por pequeñas cantidades de fianza antes de sus fechas en la corte daría lugar a un aumento en los niveles de delincuencia, o a un mayor porcentaje de audiencias perdidas.
Un año después, Krasner y un equipo de especialistas en datos – financiados en parte por la Iniciativa Chan Zuckerberg–, evaluaron los efectos para descubrir que la eliminación de la fianza en efectivo no había llevado a un aumento en el número de acusados que no comparecen ante el tribunal, ni a mayores tasas de reincidencia o a cualquier otro resultado significativo.
Los hallazgos de esta evaluación fueron publicados en un informe llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Pensilvania y la Universidad de George Mason.
Krasner señala que investigaciones académicas como esta son un ejemplo de un proceso más colaborativo y abierto para implementar y estudiar los efectos de las reformas instituidas por los fiscales progresistas.
“No creemos que lo sepamos todo. No creemos que todas las decisiones vayan a ser correctas o que lo sean incluso ahora ", confiesa a AL DÍA. "Pero tenemos que estar abiertos a ver lo que realmente funcionará para que podamos cambiar las cosas cuando hayamos dado un paso en falso, y podamos continuar con las políticas que parece que están funcionando".
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