Tres cosas que debes saber sobre el testimonio de William Barr
El nominado por el presidente Trump para ocupar el asiento de Fiscal General, William Barr, testificó ante el Senado para ser ratificado en el puesto. Sus…
Hacerse cargo del desastre que dejó Jeff Sessions detrás no será tarea fácil.
Un gobierno clausurado en manos de un presidente impulsivo y con poco conocimiento de la ley es un malabarismo con fuego para el más experto de los abogados.
Es por ello que el testimonio del nominado presidencial para ocupar el asiento de Sessions, William Barr, fue el foco de interés del país entero el pasado martes, cuando declaró ante el Comité Judiciario del Senado sobre sus aptitudes y disposiciones de llegar a ser confirmado.
Este es un momento clave para el gobierno de Donald Trump, quien espera las conclusiones definitivas de la investigación especial de Robert Mueller sobre los nexos entre su campaña presidencial y Moscú.
Ante las tentativas del presidente de obstruir el proceso, lo único que protege la investigación actualmente es el vicefiscal general Rod Rosenstein (quien supervisa a Mueller) y quien se transforme en el nuevo Fiscal General.
En el puesto, Jeff Sessions decidió recusarse de la investigación por conflicto de intereses, y dejó al presidente “desnudo” ante las pesquisas de Mueller, especialmente después de que Trump despidiera al director del FBI James Comey.
Como es de esperarse, el nominado del presidente para ser su nuevo Fiscal General se presume que será un aliado más de su administración y que, siguiendo el tono que ha marcado Trump desde el principio, compartirá sus “principios” y posturas políticas.
Así pues, la audiencia del abogado William P. Barr (ex Fiscal General durante la primera administración Bush) fue clave para determinar hasta qué punto podremos contar con la investigación Mueller a la hora de juzgar al presidente y sus secuaces.
Estos fueron los puntos clave de su testimonio:
Una de las primeras preocupaciones de los demócratas en el Comité fue la disposición del nominado a suspender la investigación en contra del gobierno de Trump. Ante la pregunta, Barr respondió que, si el presidente exigiera suspender la investigación por asuntos personales, se consideraría “un abuso de poder”.
Barr agregó que la única razón por la cual la investigación sería suspendida sería si el abogado especial diera razones específicas “bajo las regulaciones” que obligaran a desestimar sus descubrimientos.
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“En teoría, si sucediera algo que fuera una buena causa, para mí tendría que ser mucho más que eso”, argumentó. “Tendría que ser muy grave y tendría que ser obligado por el interés público, esencialmente, porque creo que el interés público en este momento se centra en permitirle que termine”.
A diferencia de su predecesor Jeff Sessions, Barr negó que su participación en la investigación pudiera ser impedida por recomendaciones del personal de ética del Departamento de Justicia.
“Buscaría el consejo del persona, pero bajo las regulaciones, yo soy quien toma la decisión como jefe de la agencia en cuanto a mi recusación”, aseguró.
Sin embargo, el abogado aseguró que, en el caso de Sessions, la decisión de retirarse de la investigación había sido la correcta.
“No conozco todos los hechos, pero creo que hizo lo correcto”, agregó.
Respondiendo a la pregunta de la Senadora Dianne Feinstein (D-Calif.) sobre si se comprometía a proporcionar el informe de Mueller al Congreso, “no su reescritura o resumen”, Barr aseguró que el objetivo sería revelar “todo lo que pudiera”.
“No tengo la menor idea de lo que está planificado, pero intentaré sacar la información siendo consecuente con lo estipulado con las regulaciones”.
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