La respuesta del gobierno español a la declaración unilateral de independencia “suspendida” pronunciada el martes por el presidente de Catalunya, Carles Puigdemont, no se ha hecho esperar. Tras una sesión intensa en el Congreso de los Diputados, en Madrid, el primer ministro Mariano Rajoy ha decidido comunicar al presidente catalán que tiene hasta el lunes para aclarar si se trata de una declaración unilateral de independencia real, y en caso de serlo, le pide que rectifique antes del próximo jueves, o su gobierno aplicará el artículo 155 de la Constitución, que implica la abolición de los principales poderes autonómicos de Catalunya, y la consecuente convocatoria de elecciones regionales.

“Comunique de forma fehaciente al Gobierno de la Nación, el cumplimiento íntegro de este requerimiento tanto del gobierno de la Generalidad como del Parlamento de Cataluña antes de las 10:00 horas del próximo 19 de octubre”, dice el documento oficial enviado al president de la Generalitat, al que medios como La Vanguardia tuvieron acceso.

La "supuesta" declaración unilateral de independencia de Catalunya se produjo el martes por la tarde, diez días después del polémico de referéndum de independencia del 1 de octubre, que el gobierno central considera ilegal. A pesar de la carga policial ordenada por Madrid para detener el referendum - más de 700 personas que protegían los colegios electorales resultaron heridas bajo las porras de los policías, según el gobierno catalán - el referendum llegó a llevarse a cabo, aunque con irregularidades (la policía confiscó algunas urnas y el sistema de censo fue hackeado en diversas ocasiones). El resultado del plebiscito contó con una participació del 42% de la población y ganó el "Sí" con un 90% de los votos.

A pesar de las irregularidades y la baja participación, el parlamento catalán dio por bueno el resultado y Puigdemont, cumpliendo la ley de transitoriedad aprobada por mayoría en el parlamento catalán el mes pasado- anunció que Catalunya se había ganado el derecho a ser un estado independiente de España en forma de República. Poco después, anunció que suspendía esta declaración unilateral de independencia "unas semanas" para lograr el diálogo con Madrid por medio de mediadores internacionales.

Catalunya lleva más de diez años pidiendo al gobierno central más autonomía fiscal para la región, sin éxito. La negativa constante de Madrid a ceder a las peticiones de Catalunya ha despertado las ansias soberanistas y desde hace seis años, el pueblo catalán pide el derecho a un referendum legal. El gobierno central se aferra a la idea de que un referendum de autodeterminación es inconstitucional. 

De esta forma, el gobierno español ha rechazado toda opción de dialogar con el gobierno catalán hasta que el presidente Puigdemont “vuelva al terreno de la ley” y rectifique la declaración de independencia en los próximos cinco días. Por otro lado, el presidente Rajoy ha dejado entrever la posibilidad de crear una comisión para estudiar la reforma de la Constitución, en la que cabría negociar el reparto territorial de poderes en España, conjuntamente con el Partido Socialista, PSOE, su eterno rival. Rajoy propuso al resto de partidos, nacionalistsas o no, unirse a esta comisión, siempre siempre  y cuando el derecho a la autodeterminación de Catalunya o la elaboración de un referéndum queden fuera de la mesa de negociaciones.

El día anterior, en su comparecencia frente al Parlamento catalán, Puigdemont especificó que estaba a abierto al diálogo con Madrid, pero sin condiciones de ningún tipo. 

Veremos qué ocurre en los próximos días. Irónicamente, este jueves 12 de octubre, España celebrará el día de la Hispanidad. En Catalunya, uno de los carteles que más puede verse por las calles cuando se acerca el 12 de octubre reza, en catalán "12Oct: res a celebrar" (12 de octubre, nada que celebrar).