Alianza presiona por la Declaración de derechos de las trabajadoras del hogar de Filadelfia
Una organización local dirigida por trabajadoras encabeza la lucha para asegurar que la protección jurídica sea ampliada para incluir a una de las profesiones…
“Son muchas cosas que la gente hace, y todo está en silencio…. Pero ya es tiempo que hablemos de todas.”
María del Carmen Díaz, una trabajadora del hogar de 54 años de edad, originaria de Veracruz, México, ha visto mucho de lo que la gente hace “en silencio” en sus propios hogares durante sus 24 años de experiencia de trabajo como niñera, cuidadora de pacientes y encargada de limpieza en Filadelfia.
Le han dicho que fue contratada sencillamente porque su piel es más clara que la de otras que trabajan en su profesión; ha experimentado cancelaciones de último minuto y retrasos con los pagos; ha sido cuestionada por sus empleadores en cuanto a cómo es posible que sus hijos asistieron a la misma escuela.
“No existimos. Aunque estamos metidos en todas las casas, no existimos,” aseguró.
Del Carmen Díaz no contaba con recurso alguno para denunciar las malas prácticas y discriminación en el lugar de trabajo. Ahora, sin embargo, decidió alzar la voz para condenar los abusos que ella y muchas otras han sufrido como parte de su compromiso con la lucha que ha ayudado a crear dentro de la Alianza de Trabajadoras Domésticas de Pensilvania (PDWA por sus siglas en inglés) para exigir los derechos y protección jurídica para ella y otras empleadas domésticas cuyas condiciones laborales continúan en las sombras, fuera del alcance de la ley.
La PDWA planea introducir la Declaración de Derechos de las Trabajadoras Domésticas de Filadelfia en el Concejo municipal en las siguientes semanas, con el apoyo de la concejal María Quiñones-Sánchez, así como la de otras mujeres representantes en el órgano.
La legislación, apoyada por más de 30 sindicatos y organizaciones comunitarias, extendería la protección integral a aproximadamente 16,000 trabajadoras domésticas --muchas de ellas mujeres afroamericanas e inmigrantes -- que trabajan como niñeras, cuidadoras de pacientes y encargadas de limpieza en los hogares en toda la ciudad.
Las prioridades legislativas para el grupo, en cuanto a lo que debe contener la Declaración de derechos de las trabajadoras del hogar incluyen: mandatos por contratos escritos; tiempo libre con goce de sueldo para vacaciones y por enfermedad; aviso previo sobre la programación de trabajo; protección contra represalias por parte de los empleadores relacionadas con el estatus migratorio de las trabajadoras o cualquier otro factor; la creación de una junta para supervisar el cumplimiento de la ley, y más.
De aprobarse la legislación, Filadelfia se convertiría en la ciudad más grande en aprobar una ley de Declaración de derechos de las trabajadoras domésticas, siguiendo el ejemplo de Seattle (que aprobó la Ordenanza de Trabajadoras del Hogar en julio del 2018) y de otros ocho estados en todo el país.
La PDWA, un proyecto conjunto entre la National Domestic Workers Alliance (NDWA) y Philadelphia Jobs With Justice, también está encabezada por Nicole Kligerman, una residente de Filadelfia quien trabaja como organizadora comunitaria desde hace una década.
Kligerman dijo que la ley podría tener un gran impacto en Filadelfia, la ciudad con mayores índices de pobreza entre las ciudades más grandes del país (un aproximado del 26% de la población).
Asimismo señaló que en la mayor parte del país, las trabajadoras domésticas son excluidas de forma explícita de la mayoría de protecciones laborales básicas, entre ellas, el salario mínimo, las horas extra, la seguridad en el lugar de trabajo y la protección contra el acoso sexual y la discriminación racial.
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En Filadelfia, hasta la Ordenanza de Prácticas Justas, que no otorga algunas protecciones de derecho civil a las empleadas domésticas, aún sostiene de manera explícita que la discriminación sobre la base de raza o cualquier otro factor para fines de la contratación o despido es legal en el caso de cualquier trabajador doméstico.
“Parte de nuestra lucha es que las trabajadoras de hogar son muy invisibles. Que trabajan detrás de puertas cerradas. Y lo que estamos haciendo también es sacando a luz el trabajo super importante que ellas hacen, y pues las exclusiones que tienen en la ley que viene de la esclavitud” dijo Kligerman, quien explicó que los grupos sindicales con frecuencia excluían las leyes de protección de los derechos de los trabajadores a las trabajadoras domésticas y trabajadores agrícolas, porque estas eran las profesiones en las que muchos de los descendientes de los esclavos trabajaron después de la abolición.
Para del Carmen Díaz, la legislación es parte de la puesta en marcha de un cambio fundamental, no sólo en la legislación de los derechos otorgados a las trabajadoras de hogar, sino en cuanto a cómo se percibe y valora el trabajo que realizan en la sociedad. Un cambio cuyas raíces, según aseguró, se han visto incluso en la reacción mundial a la película “Roma”, ganadora de un Premio de la Academia, y donde el director mexicano Alfonso Cuarón ilustra la vida de Cleo, una trabajadora doméstica en México durante la década de 1970.
“Lo primero es el respeto. Y de allí todo lo que viene,” dijo del Carmen Díaz.
Los miembros de la PDWA, junto con Quiñones-Sánchez y otros representantes del Concejo Municipal que apoyan la medida, anunciarán la legislación en debate durante una conferencia de prensa este jueves el 14 de marzo a las 9 a.m. en el cuarto piso del ayuntamiento.
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