“Creo que la educación sigue siendo lo que propulsa el sueño americano”, dijo Torsella durante su visita a la redacción de AL DÍA, en julio pasado. “El problema es que el coste de este propulsor ha cambiado dramáticamente… En las últimas dos décadas, se ha dado un aumento increíble en el precio de la educación superior”.

De hecho, según el tesorero del estado, el coste de la educación superior se ha disparado en un 300 por ciento desde que él, que hoy tiene 54 años, empezó a plantearse qué haría cuando terminase la secundaria, mientras que los ingresos familiares promedio “básicamente no han cambiado” durante todo este tiempo.  

El efecto de este aumento desproporcionado, dijo Torsella, “será agravar aún más el abismo de desigualdad que ya tenemos y apartar a mucha gente de su sueño americano por un tema de costes”.

“Estoy convencido de que necesitamos encontrar urgentemente formas de conseguir que la educación superior sea más accesible”, añadió.

Así pues, el tesorero se ha propuesto sensibilizar e informar a la población de todo el estado sobre los servicios que ya existen para ayudar a que la educación sea más económica, incluyendo el programa PA 529, un plan de ahorro con ventajas fiscales para financiar la educación superior de los niños, y que actualmente solo utiliza un 8 por ciento de la población elegible.

“Solo me quedaré contento cuando alcancemos el 100 por cien”, dijo Torsella, añadiendo que el “ratio de uso del programa 529 entre la comunidad latina es todavía más bajo que en el resto de la población de Pensilvania”.

A partir de enero de 2019, un nuevo programa llamado Keystone Scholars, una iniciativa dirigida por Torsella que se ganó el respaldo bipartidista en la Asamblea General de Pensilvania, depositará automáticamente 100 dólares en las cuentas 529 de cada niño recién nacido o adoptado en el estado de Pensilvania.  

“Este es el motivo, por encima de cualquier otro, por el que presenté mi candidatura a tesorero. Había visto ya en otros estados que los tesoreros lideran programas como éste y me hacía mucha ilusión poder hacerlo yo también”, dijo Torsella, un Demócrata, que empezó su primer mandato como tesorero en 2017. “De hecho, no juré mi cargo en el capitolio, sino en una escuela media de Harrisburg, porque quise recordar que ese el motivo por el que me postulé para el cargo”.

(Esta conversación ha sido editada para mayor claridad y brevedad)

¿Qué es el programa PA 529 y cómo funciona?  

Las cuentas 529 tienen ya unos 25 años de antigüedad. Desafortunadamente, no se conocen ni se utilizan tanto como debería. Ofrecen una forma de incentivo fiscal para fomentar el ahorro para la educación superior.

Permítame hacer una pausa para decir que en lo que se refiere a educación superior, a veces cometemos el error de pensar únicamente en una educación universitaria de cuatro años. No es solamente eso. Se trata de cualquier formación después de la preparatoria que ayude a alguien a capacitarse para tener éxito en el mercado laboral, sea un diploma universitario de cuatro años, un título de dos años, un programa de certificado o cualquier cosa entremedio.

Pero los 529 son, sin duda, la mejor manera de ahorrar para la universidad. Cualquiera que tenga un hijo puede usarlas… No puedo dejar de hacer hincapié en el rol de la educación superior en nuestra economía y en nuestro éxito profesional.

Desde que terminó la gran recesión, en este país se han creado 18 millones de empleos. De éstos, 17 millones han ido a parar a personas con algún tipo de título superior. El 95 por ciento.

En comparación a otros ciclos de boom y caída - la economía sube y baja, sube y baja - estamos viendo un cambio. Las personas que no tienen ningún tipo de estudio post-preparatoria, están en alto riesgo de no ver otra recuperación. Es necesario hacer hincapié y subrayar la importancia de este mensaje, porque las consecuencias de tener o no tener un diploma son inmensas, para nosotros como individuos, y para nuestras familias, pero también para nosotros como estado.    

Los ingresos medios de una persona con estudios superiores son un millón de dólares más altos que los de alguien sin ningún título a lo largo de toda su vida. El programa 529 permite abrir un depósito, fiscalmente desgravable, que se usa para invertir. Las ganancias generadas como fondo de inversión no pagan impuestos. El depósito  puede retirarse, también libre de impuestos, para financiar cualquier gasto en educación, ofreciendo un abanico muy amplio de opciones, más allá del pago de matrículas universitarias.

Y, lo más importante, es que las cuentas 529 son aptas para todo el mundo. Incluso una modesta suma de ahorros puede hacer mella y ser una ayuda significativa cuando un niño alcanza la edad de graduarse de la preparatoria.

Creo que corre el mito de que las 529 empezaron como algo para gente con dinero y asesores financieros. Si una familia se reserva 25 dólares al mes y los deposita en una cuenta 529, mediante las ganancias generadas con la inversión o incluso ahorrando, el depósito puede convertirse en 10.000 dólares en el momento que el recién nacido termine los estudios de secundaria.

Como alguien que acaba de ser abuelo por primera vez, entiendo mejor que antes el peso del poder, la magia del interés compuesto para dejar huella en nuestro coste educativo. Estamos aquí sentados, en Pensilvania, que tiene la distinción de ser el estado con el mayor nivel de deuda estudiantil del país. Estamos endosando a nuestros graduados una deuda media de 35.000 dólares en préstamos, el más alto del país.

Así que cualquier cosa que podamos hacer para reducir esta carga merece la pena. Y las 529 son precisamente una buena manera de hacerlo. Cada dólar ahorrado que no tiene que pedirse prestado, es dinero que puede servir para capacitar a ese joven de Pensilvania con las habilidades necesarias para tener éxito en la economía del siglo XXI.  

¿Por qué es importante el programa Keystone Scholars?

Hace poco presentamos una propuesta bastante innovadora para convertir el ahorro para  educación superior en algo universal. Se trata de un programa piloto que hemos implementado en seis condados, financiado con contribuciones filantrópicas. También hemos anunciado una legislación bipartidista que permitiría implementar esta propuesta a nivel estatal, universal y permanente… Estoy orgulloso de decir que la propuesta fue aprobada en los presupuestos generales hace unas semanas.

A partir del 1 de enero de 2019, las cuentas Keystone Scholars serán accesibles para cada niño recién nacido o adoptado en Pensilvania. El plan consiste en hacer un depósito inicial de 100 dólares en una cuenta 529 que, usada como fondo de inversión, crecerá en valor a lo largo del tiempo, aunque, lo más importante, confiamos en que animará a las familias a empezar a ahorrar y estimulará a otros socios del programa a completar los ahorros de las familias.  

Creo que de esta manera llegaremos a ver un cambio radical en la forma que los ciudadanos de Pensilvania piensan sobre la educación superior y los niveles de ahorro. Para mí, lo más importante, lo más potente, es que estamos enviando un mensaje y haciendo una declaración en toda regla acerca de lo que somos como ciudadanos de Pensilvania, que tenemos unas expectativas muy altas en cada niño y que somos una comunidad que cree en cada niño.  

Algunos estados más pequeños han experimentado ya con este tipo de programas, pero nosotros somos el primer gran estado en llevarlo a cabo y crear este lazo universal entre el bebé y  la educación superior. Creo que es una noticia fantástica y tenemos que difundirla a bombo y platillo.

El proceso de creación de Keystones se basó en una interesante investigación que dice que si cada niño tiene una cuenta de ahorro destinada a su educación superior al nacer, las posibilidades de que se gradúe en la universidad o prolongue sus estudios al salir de la secundaria son siete veces más altas. Y esto no tiene nada que ver con el nivel educativo de su familia, o de su nivel de ingresos, ni siquiera con  la cantidad de ahorros en su cuenta. El estudio muestra además que los supuestos son ciertos incluso con depósitos tan modestos como 100 dólares.

¿Existen limitaciones si los padres no tienen la documentación en regla debido a su estatus migratorio? ¿Cómo funciona el sistema con este tipo de familias?

La intención es que sea un programa universal, apto para cualquier niño nacido o adoptado aquí. Uno de los grandes méritos es que sea universal.

¿Los PA 529 o los programas Keystone Scholars suponen un coste para los contribuyentes de Pensilvania?

No, y ésta es una de las razones por las que se trata de un logro bipartidista. Diseñamos el programa para que no fuera un coste para los contribuyentes.

Financiamos el piloto con contribuciones benéficas, incluyendo fondos de la Neubauer Family Foundation de Filadelfia, la Junta de Directors de FIA, otras tres fundaciones de Pensilvania… Todas manifestaron claramente que creían en los resultados del estudio.

Diseñamos un programa permanente que también estaría financiado con las ganancias generadas con las inversiones realizadas con los planes de ahorro garantizado, que permanecerán dentro del programa, y realmente nos ayudó a construir un plan sostenible, aunque no se pueden reclamar los fondos generales. Obviamente, ese es uno de los motivos por los que hemos logrado tener éxito a la hora de implementarlo.

Dicho esto, debería añadir que no veo la inversión en educación superior se incluya en el presupuesto estatal como dinero malgastado. Creo que si miramos hacia atrás, hacia la gran recesión,retiramos mu drásticamente nuestro respaldo a la educación superior.

Figuramos entre los estados más lentos a la hora de recuperarnos en este sentido. Todavía no lo hemos hecho, y mientras las instituciones estatales están incrementando los costes a niveles más altos que la inflación en el mismo momento en que la educación superior se ha convertido en algo tan indispensable, cuando el nivel de educación superior en nuestro estado es más bajo que el de otros estados con los que competimos… Podría darte argumentos de peso para explicar que una mayor inversión estatal en educación superior no es solo una buena idea, si no que es urgente y necesaria.

Pero, respondiendo a la pregunta: no.