El ex presidente se ha mantenido en territorio norteamericano desde el año 2015, cuando la Corte Suprema de Justicia de Panamá abrió una investigación por escuchas ilegales.

Ricardo Martinelli, quien fuera presidente de Panamá entre los años 2009 y 2014, fue solicitado por la Cancillería de Panamá a extradición por cargos de haber “ordenado la interceptación de las comunicaciones a casi dos centenares de personas cuando fue presidente”, según reporta el diario El Mundo.

Los delitos están enlistados en “contra la inviolabilidad del Secreto y del Derecho a la Intimidad y contra la inviolabilidad del secreto y del derecho a la intimidad”, según la notificación de Interpol.

Asimismo, y según continúa el reporte, otros delitos son “el delito contra la administración pública en diferentes formas de peculado”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá solicitó en septiembre del año pasado la extradición de Martinelli y “desde abril pasado se emitió una alerta roja de Interpol a solicitud de la Corte Suprema de Justicia de Panamá”, según reporta la BBC.

El día de ayer, un portavoz del Servicio de Alguaciles de Los Estados Unidos, Barry Golden, confirmó la detención del ex presidente y que se presentaría el día de hoy ante un juez federal de Miami.

Según continúa El Mundo, “las autoridades fueron a notificarlo de que tiene un proceso judicial en Panamá, eso conlleva la presentación automática ante la autoridad y estará detenido hasta que los abogados paguen una fianza de excarcelación que se está tramitando”, dijo su abogada Alma Cortés.

Desde que el proceso fuese solicitado, los abogados del ex presidente “interpusieron varios recursos legales para impedir que el trámite se realizara”, alegando que el delito de acusación “no forma parte de los acuerdos de extradición entre Estados Unidos y Panamá”.