Desde el inicio de las primarias demócratas, las políticas propuestas por cada candidato han sido objeto es escrutinio público, en especial cuando de minorías se trata.

El primer candidato en hablar de una reforma migratoria comprensiva fue el ex secretario de vivienda Julián Castro, quien partía de su experiencia como segunda generación de inmigrantes en un país que sigue dando por sentada a la comunidad Hispana.

Tras retirarse de la contienda, Castro dio su apoyo a la Senadora de Massachusetts, Elizabeth Warren, en su campaña por un “cambio estructural” en el país.

El pasado día martes, Castro compartió en redes sociales lo que describe como “la visión de Elizabeth para el futuro de nuestro país”, donde se conjugan elementos clave para nuestra comunidad: educación, salud e inmigración.

En un extenso y detallado documento, la campaña Warren explica cómo las necesidades de los Latinos, aunque exacerbadas en la lucha mediática durante la Administración Trump, son un asunto mucho más profundo.

“Desde rancheros tejanos que pierden sus tierras en el suroeste hasta estudiantes castigados por hablar español en la escuela, pasando por los vertidos tóxicos en Puerto Rico, los Estados Unidos tienen una larga historia de injusticias sancionadas por el gobierno contra los latinos,” dice su página web. “Sin embargo, en cada momento de la historia de nuestra nación, los latinos, las latinas y los latinxs han estado a la vanguardia de la lucha por la justicia social, racial y económica, liderando con valentía y esperanza inquebrantable.”

Warren rescata figuras icónicas de la comunidad como Rafael Cordero, Sylvia Rivera, Sylvia Mendez, Dolores Huerta y Alexandria Villaseñor, y les expone como símbolos de las prioridades de los hispanos en el país.

En base a esto, la senadora propone:

• Un plan de Educación Pre-K12 que asegure acceso a la educación de alta calidad sin importar raza, color, residencia, el idioma que hablen en casa o su estatus migratorio.
• Un plan comprensivo de alivio de la deuda para Puerto Rico
• La remodelación del sistema de inmigración que incluye un camino hacia la ciudadanía y “arreglar la crisis en la frontera”.
• Poner fin a la práctica de encarcelamiento masivo.
• Un enfoque integral al cambio climático que asegure “la justicia para las comunidades de color que han soportado el peso de la contaminación ambiental”.
• Y finalmente, cerrar la brecha salarial entre las Latinas y todos los demás, “porque ya es hora de que valoremos plenamente el trabajo de las mujeres de color”.

De igual manera, la campaña Warren explica cómo sus proyectos generales ayudarán a cerrar la brecha salarial y de desarrollo que viven los Latinos, y todas las comunidades de color, en Estados Unidos.

Desde la vivienda asequible, la bancarrota, el cuidado infantil, los derechos de los incapacitados, reformas electorales, el empoderamiento de los trabajadores, el emprendimiento de las comunidades de color, la educación gratuita y el fin de la deuda estudiantil y los derechos LGBTQ+, Warren parece demostrar que, de hecho, tiene un plan para todo.

Si bien candidatos como el alcalde de South Bend, Pete Buttigieg, y el ex vicepresidente Joe Biden han presentado sus promesas a la comunidad hispana –que incluyen de manera similar una reforma migratoria, atención médica, vivienda y educación– la campaña Warren pareciera dar un paso más allá, poniéndose en los zapatos de los millones de Latinos que aún esperan no verse reflejados como un apartado demográfico, sino como parte del entramado social del país.