Las nuevas medidas migratorias del gobierno también afectan al Pentágono
El reclutamiento de especialistas extranjeros en el máximo órgano de defensa del país presenta severos obstáculos gracias a las nuevas políticas migratorias de…
A veces es difícil determinar si todos los Departamentos del gobierno están en total acuerdo con las medidas anti-inmigrante de la Administración Trump, en especial cuando se trata de programas que permiten el reforzamiento de la seguridad nacional.
Aunque el presidente Donald Trump ha insistido en estigmatizar a todos los inmigrantes – musulmanes, latinos… - de criminales y amenazas para la nación, paradójicamente el ejército y el Departamento de Defensa en general necesitan de la experiencia de muchos extranjeros a la hora de ser más acertivos en sus estrategias de protección al país.
Durante el mes de junio decenas de hombres y mujeres inmigrantes enfrentaron la suspensión súbita de sus contratos y recibieron la baja forzosa de sus deberes, como parte del esfuerzo del gobierno en suspender el programa conocido como MAVNI (Military Accessions Vital to the National Interest), creado por la Administración Bush en su campaña de la “lucha contra el terror” después de los eventos del 11 de septiembre.
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La Administración Trump suspendió el programa bajo argumentos de seguridad nacional y asegurando que los soldados afectados podrían tener familiares en el extranjero que comprometieran su misión y que el Departamento de Defensa no había completado la revisión de sus antecedentes.
Varios de los individuos que se vieron afectados introdujeron demandas contra el estado pues el retraso en la revisión de antecedentes les dejaba en un limbo migratorio y profesional.
El Pentágono, consciente de la necesidad de este tipo de reclutas y de sus experticias, intentó reinstaurar el programa durante los últimos meses encontrándose con obstáculos cada vez más evidentes por parte del gobierno.
Según reportó Associated Press, funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional han informado que “no podrían proteger a los nuevos reclutas inmigrantes de ser deportados cuando sus visas temporales expiraran después de haber firmado un contrato para unirse al ejército”.
A pesar de los esfuerzos del Secretario de Defensa Jim Mattis, veterano de combate en varias misiones de guerra, la insistencia del gobierno en deportar a inmigrantes hace casi imposible para el Pentágono reclutar individuos con aptitudes necesarias en el organismo.
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