De The Apprentice al Debate Demócrata
O cómo la política estadounidense se ha transformado en un reality show.
Durante las noches del miércoles y jueves, Estados Unidos tuvo la oportunidad de ver a los 20 candidatos demócratas intentar debatir sobre los asuntos más importantes para las elecciones presidenciales del 2020.
El evento, auspiciado por NBC, MSNBC y Telemundo, distribuyó de manera aleatoria los candidatos en dos grupos de 10, y los puso sobre un escenario que mezcló todos los elementos visuales de un show de realidad televisivo.
Como si no fuera suficiente el apiñamiento de personas en el escenario, cada podio se iluminaba de rojo cuando se lograba dar la voz a un candidato para presentar su plan sobre algún asunto específico, mientras los moderadores intentaban mantener los tiempos justos y las preguntas concretas.
Era un “America’s Got Talent” presidencial.
Desde que Lyndon B Johnson retara a John F. Kennedy a un debate televisado en las primarias demócratas de 1960, la manera de hacer campaña política en Estados Unidos ha cambiado mucho.
Y los medios de comunicación han mutado a la par.
Dos cosas que empezaron a tener en común la política y la televisión a partir del año 2000 fue la necesidad de entretener al público con varios rivales, quienes llevaban sus intrincadas vidas personales a la pantalla.
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“La realidad televisada era nuestras redes sociales en los años 2000”, decía Lisa Respers France en su análisis para CNN, resaltando la importancia que tuvieron programas como “Survivor” y “The Apprentice” en la cultura visual estadounidense.
“Incluso la ex candidata a la vicepresidencia, Sarah Palin, tuvo su propio show, Sarah Palin’s Alaska”, continúa CNN.
La llegada de Barack Obama a la Casa Blanca entrecruzó aún más las narrativas de la plataforma mediática y la política, sumándole la inmediatez de las redes sociales al cóctel.
Hoy en día, el presidente de Estados Unidos despide funcionarios y toma decisiones sobre política exterior a través de Twitter.
No es de extrañar, entonces, que los debates Demócratas busquen un lenguaje similar, haciendo de cada candidato un personaje que demuestre tener las habilidades de supervivencia a la hora de enfrentarse a Donald Trump, un hombre acostumbrado a las cámaras y quien se hizo famoso por su famoso - “Estás despedido”.
Si Barack Obama nos hizo entender que un presidente puede codearse con políticos internacionales y con Beyoncé al mismo tiempo, Donald Trump nos ha llevado al punto de no distinguir entre lo que realmente sucede en el país y lo que vemos a través de las redes sociales.
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