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(Der) Ex presidente Barack Obama. (Izq) Presidente Donald Trump. Ambos mandatarios han sido cuestionados por sus medidas de detención y deportación de inmigrantes, pero los hechos han demostrado que no son equiparables.
(Der) Ex presidente Barack Obama. (Izq) Presidente Donald Trump. Ambos mandatarios han sido cuestionados por sus medidas de detención y deportación de inmigrantes, pero los hechos han demostrado que no son equiparables.

Obama vs. Trump: la verdad sobre la política de separación de familias

Después de que el gobierno de Donald Trump instaurara su política de tolerancia cero y procediera a la separación de familias inmigrantes detenidas en la…

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Cuando inauguramos una nueva era política, es frecuente pasar por alto los antecedentes de otros gobiernos.

En el caso de la Administración Trump, muchos han sido los argumentos de sus funcionarios y defensores quienes aseguran que nada de lo que el presidente ha hecho contra los inmigrantes es nuevo, y que había sido previamente utilizado por el gobierno de Barack Obama.

Esto, para desgracia del gobierno de Trump, no es del todo cierto.

Si bien durante las administraciones previas existieron algún tipo de separación familiar a la hora de llevar a cabo los enjuiciamientos de inmigrantes indocumentados detenidos, la política de separación familiar es de total autoría trumpiana.

“Bush y Obama no tuvieron políticas que resultaran en la separación masiva de padres e hijos como percibimos durante esta administración”, dijo la analista Sarah Pierce del Migration Policy Institute a Fact Check.

Funcionarios como la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) Kirstjen Nielsen  y el Fiscal General Jeff Sessions han argumentado que no se trata de una “nueva política” sino de “hacer cumplir la ley” establecida desde gobiernos anteriores.

Sin embargo, el DHS no ha podido corroborar cifras de medidas anteriores, sino ha tan sólo publicado los números de niños separados de sus padres entre el 5 de mayo y el 9 de junio del 2018, sumando hasta 2.342 menores, según continúa el medio.

"No hemos visto datos de la administración actual o anterior sobre cuántos casos enjuiciados fueron individuos que llegaron con menores", dijo Theresa Cardinal Brown, directora de inmigración y política transfronteriza en el Centro de Políticas Bipartidistas. "Así que no podemos hacer conjeturas o suposiciones sobre cuántas separaciones basadas en enjuiciamiento hubo o hay".

Lo que resulta paradójico, es la insistencia de la Administración Trump de culpar a gobiernos anteriores sobre “vacíos legales” o mecanismos de “detención y liberación” para justificar sus medidas; pero cuando se ven criticados por sus nuevas medidas, son entonces nuevamente los gobiernos anteriores los autores de las leyes.

Es importante resaltar que, como bien explicó el New York Times, “durante más de una década, incluso cuando los niveles de inmigración ilegal decrecían, los picos estacionales en los cruces fronterizos no autorizados han acosado a los presidentes estadounidenses en ambos partidos políticos, lo que los ha llevado a buscar formas cada vez más agresivas para desalentar a los inmigrantes de hacer el viaje.”

Esto no implicaba, por el contrario, que las administraciones adoptaran políticas “de tolerancia cero” o alguna parecida para “coaccionar” a los inmigrantes a no cruzar la frontera.

Durante el 2005, el gobierno de George W. Bush inició un programa llamado Operación Streamline, que refería a todos los inmigrantes indocumentados a enjuiciamientos inmediatos, “encarcelándoles y acelerando los juicios al estilo ‘línea de ensamblaje’ para deportarlos rápidamente”, explica el Times. “La iniciativa arrojó resultados y pronto se expandió a más sectores fronterizos. En aquel entonces, sin embargo, generalmente se hacían excepciones para los adultos que viajaban con niños menores de edad, así como para los menores y las personas que estaban enfermas”.

La administración Obama, por su parte, también utilizó el programa para lidiar con la crisis migratoria, pero no recurrió a “tratar a los que cruzan la frontera por primera vez como prioridades para el enjuiciamiento, deteniendo familias juntas en la custodia del Servicio de Inmigración y Aduanas (detención administrativa, no criminal)”.

Esta medida del 2014 le costó a Obama una intervención de las cortes federales para suspender las detenciones familiares durante largo plazo, algo que ahora Trump pretende poner en práctica.

Muchos aseguran que las medidas de Obama eran incluso peores que las de Trump a la hora de detener y deportar – hay incluso quienes le han llamado el “deportador en jefe” – pero, como bien explicamos con anterioridad, las cifras no son absolutas: las detenciones de Obama se llevaban a cabo en la frontera, cuando las medidas de la Administración Trump se han expandido por todo el territorio.

Trump recibió el gobierno en una época en la que los intentos de cruzar la frontera eran particularmente bajos, pero estas cifras han ido aumentando durante su tenencia, quizás precisamente por su capacidad de mediatizar todo lo que toca.

En resumen, y como explicó Dara Lind en su columna para Vox, si bien Obama adoptó un enfoque mayormente punitivo en el 2014 contra los que cruzan la frontera, “Trump en el 2018 tomó uno totalmente punitivo”; la diferencia es que “Obama reaccionaba en parte a las circunstancias; Trump reacciona únicamente a sus propios deseos”.