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Con una escasa participación, Puerto Rico tiene nuevo gobernador, y una propuesta para el Congreso estadounidense. Foto de archivo: Ricardo Arduengo/AFP/Getty.
Con una escasa participación, Puerto Rico tiene nuevo gobernador, y una propuesta para el Congreso estadounidense. Foto de archivo: Ricardo Arduengo/AFP/Getty.

Elecciones en Puerto Rico: La Isla Se Ancla En El Conservadurismo y la Estadidad

Con la victoria de Pedro Pierluisi y el apoyo a la incorporación formal de la Isla a los Estados Unidos, Puerto Rico parece estancado.

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En Puerto Rico algo está pasando. Tras años de escándalos políticos, desastres naturales y la negligencia de la administración Trump, el pueblo parece hallarse estancado entre un resiliente conservadurismo y la controversia sobre su estatus federal.

Según reportó ABC, Pedro Pierluisi, candidato del Partido Nuevo Progresista pro-estadidad de Puerto Rico, obtuvo el pasado sábado la mayoría de los votos para convertirse en el gobernador del territorio estadounidense.

Pierluisi recibió casi el 33% de los votos, en comparación con el casi 32% obtenido por Carlos Delgado, candidato del Partido Popular Democrático, que apoya el estatus territorial.

Pierluisi se dio a conocer fuera de la isla al ocupar la gobernación fugazmente en agosto de 2019, cuando sucedió a Ricardo Roselló, gobernador caído en desgracia después de que se hicieran públicos sus chats privados con otros funcionaros.

Como había ocurrido en elecciones anteriores, el conteo de los votos estuvo obstaculizado por demoras inusuales que, esta vez, fueron atribuidas a un récord de votos tempranos y ausentes que abrumaron el sistema.

Sin embargo, es primera vez que los dos principales partidos de Puerto Rico no logran llegar al 40% de los votos.

De igual manera, los votantes de la isla participaron en el referéndum no vinculante sobre su estadidad, en el que se le preguntaba: “¿Debe ser Puerto Rico admitido inmediatamente en la unión como estado?”. Más del 52% de los votantes dijo que sí.

Sin embargo, la decisión de incorporar o no la Isla a la unión depende exclusivamente del Congreso estadounidense.

Lo que más llama la atención de los comicios puertorriqueños, además de la elección de Pierluisi después de una revolución social que parecía querer cambiarlo todo, fue la baja tasa de participación (un 50%), lo que parece evidenciar el descontento popular con el arraigado bipartidismo.

Según explica Jorge Lefevre Tavárez, miembro de Democracia Socialista y Movimiento Victoria Ciudadana, al sumar los votos recibidos por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Partido del Pueblo Trabajador (PPT), el 28% del total de votos fue para movimientos antineoliberales y pro-decolonización.

Para el columnista y editor, estos números significan una “creciente falta de legitimidad para el gobierno de Puerto Rico”, considerando que Ricardo Rosselló ganó las elecciones del 2016 con sólo el 41% de los votos.

Sumándole a ello el hecho de que el Partido Nuevo Progresista (PNP) no tiene el control de ninguna de las dos cámaras del Congreso, y que el Partido Popular Democrático (PPD) tiene una mayoría simple en el senado (por sólo un voto), las instituciones tradicionales en la isla son virtualmente ingobernables.

Es decir, la inestabilidad política en Puerto Rico parece no estar dispuesta a irse en un futuro cercano.