El presidente Joe Biden publicó este miércoles un memorándum sobre la certificación a los principales países de tránsito de drogas o grandes productores de drogas ilícitas para el año fiscal 2022.

 

En el documento figuran varios países latinoamericanos como Colombia, México, Bolivia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Venezuela.

 

"La razón por la que los países se incluyen en la lista es la combinación de factores geográficos, comerciales y económicos que permiten el tránsito o la producción de drogas, incluso si un gobierno ha adoptado medidas sólidas y diligentes de control de narcóticos y aplicación de la ley", señaló Biden en el documento divulgado por la Casa Blanca.

 

Debido a una ley aprobada por el Congreso, cada año el presidente electo de Estados Unidos debe enviar al Congreso un memorando en el que identifica a los principales países productores de drogas –o que sirven de tránsito para los estupefacientes– y además determinar cuál de ellos no cumplió con sus compromisos internacionales en esta materia.

 

Este año Biden destacó a Colombia y México como países claves en la lucha contra el narcotráfico. 

 

"Mi Administración buscará ampliar la cooperación con socios clave, como México y Colombia, para dar forma a una respuesta colectiva e integral y ampliar los esfuerzos para abordar la producción y el tráfico de drogas sintéticas peligrosas que son responsables de muchas de nuestras muertes por sobredosis, en particular de fentanilo, análogos de fentanilo y metanfetamina", señaló el presidente en su informe.

 

En la categoría de sancionados, el presidente solo incluyó a Venezuela y a Bolivia por no cumplir con sus obligaciones. Ambos países llevan varios años siendo los únicos de Latinoamérica y el Caribe que no pasan el examen o son "descertificados".

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“No han realizado esfuerzos sustanciales durante los 12 meses anteriores para cumplir con sus obligaciones en virtud de los acuerdos internacionales de lucha contra el narcotráfico”, dijo el mandatario al respecto.

 

Biden señaló que “la epidemia de drogadicción y sobredosis en Estados Unidos es una de las principales prioridades de salud pública de mi Administración”, y que, además de inversiones nacionales, necesitará “una mayor cooperación con socios extranjeros para atacar a los proveedores de drogas ilícitas y a las organizaciones criminales que se benefician de ellas”.

 

Este anuncio de Biden es el paso previo para que el Departamento de Estado certifique la labor de estos países en su lucha antidrogas durante el año en curso y que se designen fondos del presupuesto del año fiscal 2022 para continuar la labor.