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Thousands of people participate in the vigilance in memory of the 17 fatalities of the massacre perpetrated last Wednesday by Nikolas Cruz at Marjory Stoneman Douglas High School, last Thursday, February 15 at Pine Trails Park, Parkland, Florida.
Miles de personas participan en la vigila en recuerdo de las 17 víctimas mortales de la matanza perpetrada el pasdo miércoles por Nikolas Cruz en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, el pasado jueves 15 de febrero en Pine Trails Park, Parkland…

[OP-ED] ¡Viva la vida!

Agradecido a los jóvenes que han izado valientemente la bandera de la vida frente al más reciente episodio de horror y muerte ocurrido en la Florida la semana…

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Así me siento yo y así se siente el país sacudido de su marasmo por el coraje de unos muchachos –sobrevivientes del espanto-- decididos a no volver a presenciar nunca más a sus compañeros y maestros caer absurdamente asesinados por las balas de un demente aupado por la codicia y la complicidad de los “líderes” que debían protegerlos.

 Todo el país está al tanto de las horribles noticias: Nikolas Cruz, de 19 años, con terribles problemas emocionales, ingresó con un fusil de asalto AR-15 a una escuela secundaria de Parkland, Florida y abrió fuego matando a 17 estudiantes y maestros.

Y ya todo el país conoce también el valor y la claridad de esos jóvenes que le han devuelto a la nación la esperanza en el futuro en medio de esta tragedia. Y eso también hay que agradecérselo.

Gracias a Emma González, la brillante joven de 18 años sobreviviente de la masacre del Marjory Stoneman Douglas High School, que con un encendido discurso desbordante de dolor y de verdad se convirtió en la voz de su generación. Habló con la fuerza y ​​la rabia, la honestidad y la pasión ausentes de las palabras engañosas, egoístas y cobardes que, como cosa de rutina, emiten el presidente y los políticos de la nación.

“Si el presidente quiere acercarse a mí y decirme a la cara que fue una tragedia terrible, y que nunca debería haber sucedido, y continuar diciéndonos que no se hará nada al respecto, voy a preguntarle cuánto dinero recibió de la Asociación Nacional del Rifle ", dijo González, su voz firme a pesar de las lágrimas. Sus doloridas palabras de adolescente resonaron con el poder y la madurez de una verdad moralmente irrefutable en la multitud que la escuchaba como en un trance el sábado en Fort Lauderdale.

Después de recordarle a la conmovida audiencia los $ 30 millones que la NRA invirtió para ayudar a que su aliado Trump llegara a la presidencia, González agregó: “¡Treinta millones de dólares! Y divididos por el número de víctimas por bala en los Estados Unidos solo en un mes y medio de 2018, eso viene a ser $5.800. ¿Es eso lo que estas personas valen para ti, Trump? Si no haces nada para evitar que esto siga ocurriendo, ese número de víctimas de disparos aumentará y su valor disminuirá, y ya no tendremos ningún valor para ti".

Gracias además a todos los jóvenes sobrevivientes por su valentía para hacer frente al despreciable contubernio con la muerte de los políticos que han vendido su alma al diablo, y durante años han sacrificado a nuestros hijos en el altar del ensangrentado dinero de la NRA con absoluta impunidad.

Gracias a nuestros muchachos y muchachas por su determinación de despojar de las máscaras tras las que se esconden a Donald Trump, Marco Rubio, el gobernador de Florida Rick Scott y sus “pensamientos y oraciones”, y a todos los hipócritas y cobardes que se hacen pasar por defensores de la constitución, pero no son más que mercenarios que han vendido sus conciencias a los mercaderes de la muerte de la NRA.

“A cada político que ha recibido donaciones de la NRA: ¡No tienen vergüenza!", proclamó González, y la audiencia visiblemente emocionada coreó sus palabras como un mantra.

Gracias a los estudiantes de Marjory Stoneman Douglas High School, y a todos esos jóvenes que han arrancado el país de su horrorizado estupor.