El 26 de enero fueron las elecciones extraordinarias al Congreso peruano, luego de que el presidente Manuel Vizcarra decretara su disolución, en septiembre del año pasado.

Dentro de la enorme cantidad de partidos que se presentaron a los comicios hubo varias sorpresas, la primera de ellas la altísima mortandad: de 21 partidos que participaron sólo 10 pasaron el umbral electoral.

La salida de esos once partidos condujo necesariamente a una reacomodación del poder en el Legislativo, aunque también dejó un Congreso fragmentado, aunque con tendencia de centro derecha, que tendrá dificultades tanto para alinearse a favor de las medidas que proponga el Ejecutivo como para cerrarse en oposición.

Acaso el más notorio de esos reajustes sea todo el terreno perdido por el partido fujimorista Fuerza Popular, que pasó de 73 curules en las elecciones de 2016 a 12 en las de 2020. El partido perdió fuerza, especialmente desde que su anterior líder, Keiko Fujimori saliera de prisión preventiva (por presunta corrupción) y optara por retirarse de la vida política.

Otros partidos que fueron fuertemente castigados, quedando por fuera del Congreso, fueron Solidaridad Nacional, el Partido Popular Cristiano, Contigo (partido anteriormente llamado Peruanos por el Kambio, con el cual fueron elegidos el expresidente Pedro Pablo Kuczynski y su fórmula Martín Vizcarra) y el Partido Aprista Peruano.

El Partido Aprista Peruano es la colectividad con que fue elegido el expresidente Alan García, quien cometió suicidio el año pasado cuando iba a ser apresado por presunta corrupción en el caso de Lava Jato.

Pareciera, pues, que la otra fuerza castigada en estas elecciones fue la corrupción.

Entre las sorpresas de los partidos que volvieron, está el partido sincretista y conservador Frente Popular Agrícola. Un partido evangelista, con un fuerte trabajo en las regiones, pese a que llevaba 38 años fuera del Congreso. Según la politóloga Adriana Urrutia, es esperable que este partido abogue en contra de luchas como el matrimonio igualitario, la paridad de género o el aborto.

En el espectro de la izquierda volvieron el Frente Amplio (coalición entre los partidos Tierra y Libertad, Fuerza Social, Ciudadanos por el Cambio, el Partido Comunista y el Partido Socialista) con 12 curules y Juntos por el Perú, que ganó 5.

Con 17 curules volvió Unión por el Perú, un partido que históricamente se había definido como centroizquierda, aunque ahora se define como de tercera opción.

En este panorama, tres partidos que podrían aliarse con Vizcarra lograron 37 curules en total: Podemos Perú (10), Partido Morado (9) y Alianza para el Progreso de Perú (18).