¿Recuerda cuando el presidente Donald Trump prometió que todas las opciones estaban sobre la mesa a la hora de abordar la crisis en Venezuela?

Bueno, resulta que, sus promesas volvieron a estar vacías.

Mientras los senadores demócratas Bob Menendez (New Jersey) y Dick Durbin (Illinois) intentaban aprobar una ley que otorgara el Estatus Temporal de Protección (TPS) a los venezolanos en Estados Unidos lo antes posible, los Republicanos decidieron demorar el asunto hasta que el Senado volviera de receso.

El senador Marco Rubio, único miembro del GOP que participó en la propuesta y quien ha sido vocero de los venezolanos en su estado, confesó que a pesar de haber conseguido algunos avances, no esperaba que el horario del Congreso permitiera votar la propuesta.

"No será esta semana, no anticipo movimientos", dijo Rubio en una entrevista con el Miami Herald. “Espero que la administración haga algo. En eso hemos estado trabajando tras bambalinas aquí, hemos progresado un poco en ello. Ya tenemos 17 votos programados para esta semana, un grupo de nominados, el proyecto de ley de gastos, la anulación del veto. Los votos de esta semana ya han sido programados".

Según explica el Herald, los obstáculos a la medida de alivio para los venezolanos han sido impuestos por los republicanos en el Congreso y algunos funcionarios de la Casa Blanca, quienes “temen otorgar el TPS a Venezuela mientras intentan revocar el programa en países como Haití, Honduras, El Salvador y Nicaragua.”

“Todos los demócratas de la Cámara y una minoría de republicanos como Rubio, el senador de Florida Rick Scott y el representante de Miami Mario Díaz-Balart están a favor de otorgar TPS a los venezolanos,” continúa el reportaje.

Al parecer, el gobierno de Donald Trump ha perdido interés en la situación venezolana.

Este mismo martes, el director interino de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración, Ken Cuccinelli, dijo en una carta dirigida a Durbin que el Secretario de Seguridad Nacional no veía razones suficientes para otorgar una protección temporal a Venezuela.

Cuccinelli explicó al demócrata que los tres casos para otorgar TPS a un país son: en caso de conflicto armado en curso, en caso de un desastre ambiental o si “existen condiciones extraordinarias y temporales en el país que impiden que los nacionales regresen con seguridad”.

En el caso de Venezuela, según concluye el director, “el gobierno estadounidense sigue monitorizando la situación”.

Una situación que el mismo gobierno ha denunciado múltiples veces, pero siempre desde el podio de eventos de propaganda donde el vicepresidente Mike Pence repetía incesantemente que no descartaban opciones contra el régimen de Nicolás Maduro y decía al pueblo: “vayan con Dios”.

Mientras tanto, alrededor de 584 venezolanos han sido deportados desde Estados Unidos durante los años fiscales 2017 y 2018, según cifras publicadas por Inmigración y Aduanas.