Partamos del hecho de que el presidente Donald Trump no es un erudito en geografía.

Nepal, Bhutan, “Nambia”, Bélgica… todos son países y “ciudades” desconocidas para Trump. Al punto de decir con asombro en un banquete en Tokio: “no sabía que habían tantos países”.

De acuerdo a esto, es mucho pedirle que sepa que no todos los latinoamericanos son mexicanos. Recuerden - este es el mismo hombre que llamo al Principe de Gales - the Prince of Whales.

Desde el inicio de su campaña presidencial, Donald Trump ha reducido la población inmigrante a “mexicanos” y los mexicanos a “delincuentes”, desde entonces transformándoles en su argumento político favorito.

En el discurso estadounidense, ahora todos los inmigrantes indocumentados son “extranjeros criminales ilegales” y todos vienen en bandada a través de la frontera sur, en lo que pareciera la peor de las caricaturas orwellianas.

Sin embargo, las cifras reales vuelven a desmontar la propaganda Trumpiana.

Según un informe del Pew Research Center, “la cantidad de inmigrantes mexicanos no autorizados en Estados Unidos disminuyó tanto en la última década, que ya no son la mayoría de los que viven en el país sin documentos”.

El centro llevó a cabo estimaciones basadas en datos gubernamentales que demuestran un decrecimiento importante en las cifras de ciudadanos indocumentados en el país, impulsada fundamentalmente por un nuevo movimiento migratorio: han salido más mexicanos de Estados Unidos que los que llegaron.

“La cantidad de inmigrantes mexicanos no autorizados ha disminuido en 2 millones desde su máximo de 6.9 millones en 2007 y fue menor en 2017 que en cualquier año desde 2001”, agrega el reporte. “Del mismo modo, la cantidad de detenciones de mexicanos en la frontera de los Estados Unidos también ha disminuido durante la década”.

Si bien existe un aumento en las poblaciones de inmigrantes no autorizados desde otras partes de Centroamérica – incluyendo El Salvador, Guatemala y Honduras – la mayor parte de los inmigrantes indocumentados no llegan al país a través de la frontera, como le gusta decir al presidente cuando busca razones para construir su ansiado muro.

De acuerdo al análisis, la ruta más utilizada es la de sobrepasar las fechas de salida requerida después de haber entrado al país legalmente con algún tipo de visado. Este tipo de desplazamiento ha constituido “una gran mayoría de las llegadas de inmigrantes no autorizados desde el 2010”.

Finalmente, y para cerrar con broche de oro, el Pew Research Center descubrió que el segundo grupo de inmigrantes indocumentados con mayor crecimiento proviene de Asia. Sí, de Asia.

Aún así, y ante un gobierno que no cree ni en la ciencia ni en las cifras, el presidente sería capaz de invertir las cartografías en la Casa Blanca con tal de seguir despilfarrando tiempo y dinero en su cruzada contra la frontera.

Después de todo, es allí donde los votos están garantizados.