No pensarías que un estadounidense blanco de 23 años, tendría conexión alguna con la comedia oscura y arenosa que se encuentra en las novelas de Paco Ignacio Taibo II, especialmente en la serie que sigue al detective privado Héctor Belascoarán Shayne por las calles de una corrupta, pero encantadora Ciudad de México.

Tienes razón, no la tengo. Pero, cuando tenía 19 años y estudiaba en el extranjero, en el norte de España, sin saberlo, me topé con las festividades de Taibo II – la "Semana Negra" en su ciudad natal de Gijón. Es una celebración anual de una semana dedicada a las novelas policiales. 

En ese momento, solo estaba buscando un buen club para bailar o un bar para disfrutar de algo que no podía hacer en los Estados Unidos. Pensé que era extraño que toda la ciudad celebrará un género de literatura, pero rápidamente aprendí a no cuestionar los festejos de los españoles.

Pasarían cuatro años antes de que aprendiera lo brillante que es el fundador del festival.

El 29 de julio, hablé con el Dr. Raúl Diego Rivera Hernández de la universidad de Villanova para el undécimo episodio de Literatura Oral para explorar "No Habrá Final Feliz" de Taibo II, la cuarta novela de su serie sobre el detective Belascoarán Shayne.

Taibo II fue un revolucionario, no sólo en los temas que eligió enfrentar en la sociedad mexicana, sino también en las entrañas de la historia literaria latinoamericana. Fue pionero en una nueva versión del  género clásico neo-policial que utiliza la novela del crimen para criticar al gobierno y profundizar en las experiencias de quienes viven bajo su opresión.

Su inspiración en "No Habrá Final Feliz" es el asesinato en masa del 10 de junio de 1971 de manifestantes estudiantiles en la Ciudad de México, conocido como El Halconazo. Muchos culpan a una sombría organización gubernamental conocida como Los Halcones por la masacre, pero el crimen aún está sin resolver.

La atmósfera que se siente a lo largo de la novela es una de desencanto, provocada por las interacciones de Belascoarán con el público o la Madre naturaleza. Es un sentimiento provocado en circunstancias de corrupción y opresión del gobierno.

En lugar de luchar por la justicia, el protagonista de Taibo II lucha por la verdad. Puede que no proporcione el final feliz que la mayoría de los lectores desean, pero es un recordatorio aleccionador de las circunstancias muy reales con las que México lidio en el pasado y que continúa lidiando hacia el futuro.