El presidente Donald Trump empieza el curso escolar con una enorme lista de retos. Tras la catástrofe de los huracanes en Texas, Florida y Puerto Rico, Trump necesita ahora hacer frente al reto de llevar a cabo su ambiciosa reforma fiscal y conseguir la aprobación de su presupuesto con el respaldo de la mayoría de los republicanos.

“Si Donald Trump montara un circo con la misma actitud con la que ejerce la presidencia de Estados Unidos probablemente le crecerían los enanos,”comenta el diario español La Vanguardia en referencia al creciente número de problemas que afronta la presidencia de Trump. 

El último conflicto en surgir tiene que ver con el senador republicano Bob Corker, presidente del comité de Relaciones Exteriores. Corker, que es miembro del comité del presupuesto y dio apoyo al presidente durante la campaña, dice ahora que la Casa Blanca se ha convertido en una “guardería de adultos,” y que “las amenazas de Trump a otros países podrían poner  a Estados Unidos en el camino a una tercera Guerra Mundial,” recuerda La Vanguardia.

Los reproches de Corker a Trump en una entrevista a The New York Times “son sintomáticos,” alerta El País. Según el rotativo español, “sus declaraciones revelan la creciente brecha en el partido republicano ante la caótica presidencia de Trump.”  

Trump ha respondido a los ataques de Corker por twitter, pero son pocos los senadores que han salido en apoyo de Trump. El que más ha defendido a Corker es el republicano Mitch McConnell, líder mayoritario. Trump ha insinuado que pedirá la dimisión de McConnell si el presupuesto y la reforma fiscal no progresan.

Por otra parte, el secretario de Salud Tom Price dimitó hace poco por haber gastado medio millón de dólares de las arcas públicas para viajes personales.

Según La Vanguardia. “la crisis arrecia y lleva camino de provocar una guerra civil interna en el Partido Republicano”.

El País corrobora la tesis, alegando que las divisiones internas entre los republicanos “ya propiciaron el fracaso del intento de reforma sanitaria y ahora pueden poner en jaque la reforma fiscal, el único legislativo al que Trump aspira antes de terminar el año.