Ecuador reestructurará 17.400 millones de dólares de deuda
Con el apoyo de suficientes tenedores de bonos, Ecuador podrá pagar parte de su deuda externa y centrarse en la pandemia.
Ecuador solicitó el voto de sus acreedores hace dos semanas para determinar el futuro de sus bonos externos con valor de 17.400 millones de dólares.
El gobierno del presidente Lenin Moreno ofreció intercambiar 10 bonos con vencimiento en 2022 y 2030 por tres bonos previstos para 2030, 2035 y 2040.
El 98% de los acreedores votaron a favor de la propuesta de reestructuración.
El ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez, ha dicho que aunque el plan recibió un apoyo rotundo de los acreedores que tienen la mayoría de los 10 bonos originales, extenderá el período de votación por una semana para que los acreedores restantes puedan unirse.
El ministro de finanzas ha declarado que Ecuador no realizará ningún pago de intereses por lo que resta del año 2020, pero los que voten más tarde perderán la oportunidad de cobrar un pago de intereses.
"Esa gente que no votó en esta parte a favor pues tiene un trato diferente a los que ya han votado. Los que ya han votado reciben un pago por los intereses por ejemplo acomulados durante esta época que no hemos pagado pero estos que votarian hasta el viernes no reciben ese pago", dijo Martínez.
El presidente Lenín Moreno celebró los resultados de las renegociaciones en Twitter.
¡GRAN NOTICIA para #Ecuador!
Alcanzamos la mayoría necesaria para renegociar los bonos de nuestra deuda externa.
Con esto, liberamos recursos para la protección social y reactivación económica.@RichardM_A dará detalles en las próximas horas. #JuntosEcuador#NegociaciónDeuda
— Lenín Moreno (@Lenin) August 3, 2020
El acuerdo de deuda permitirá al país sudamericano renegociar un tercio de su obligación externa, que asciende a 51.900 millones de dólares según CEIC Data.
El total de la deuda internacional de Ecuador equivale a casi la mitad de su producto interno bruto anual, que es de 108.400 millones de dólares a partir de 2018.
La deuda externa del país ha ido en constante aumento durante la última década y esto se debe en parte a la caída de los precios del petróleo.
El ex presidente Rafael Correa asumió el cargo en 2007 cuando el país rico en petróleo se estaba beneficiando de los altos precios del petróleo.
Le permitió invertir en ambiciosos proyectos de infraestructura completados con la esperanza de que aumentaran rápidamente el PIB del país en desarrollo.
Moreno quería continuar con los proyectos, pero con los efectos de la caída de los precios mundiales del petróleo en 2014 y el hecho de que los precios alcanzaran mínimos históricos en 2020, tuvo que buscar alternativas en el extranjero.
Una de ellas fue el Fondo Monetario Internacional (FMI), que sugirió a Moreno que eliminara los subsidios petroleros del país que habían estado en vigor durante 40 años.
Después de que el presidente puso fin a los subsidios el 3 de octubre, las protestas estallaron en todo el país.
Las protestas se intensificaron cuando los líderes indígenas se involucraron y las escenas fueron tan violentas en la capital, Quito, que Moreno se trasladó a Guayaquil.
El 14 de octubre se llegó a un acuerdo entre el presidente y los líderes indígenas para restablecer los subsidios.
La esperanza es que ahora, en teoría, con el Ecuador resolviendo una parte significativa de su deuda, el gobierno pueda poner más atención en reducir la propagación del nuevo coronavirus dentro de sus fronteras.
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Negociaron con los tenedores de bonos en abril para retrasar el pago de los intereses hasta agosto para que se asignaran 811 millones de dólares a la lucha contra la pandemia.
Con una población de 17 millones de personas, Ecuador tiene más de 87.000 casos y se acerca a las 6.000 muertes.
El país apareció en los titulares internacionales en abril por la forma en que la pandemia estaba abrumando su sistema de salud.
Circulaban imágenes de cuerpos que se dejaban en bolsas de basura para que se pudrieran en las calles, principalmente en la ciudad de Guayaquil. Tanto los hospitales como las morgues de la ciudad más grande del Ecuador informaron de la falta de recursos y de espacio para más víctimas.
La relación entre el pueblo ecuatoriano y su gobierno ha llevado a una serie de protestas masivas en el último año y si continúan, seguramente empeorará la propagación del virus.
En mayo, el gobierno anunció su intención de cerrar las empresas estatales y reducir los salarios de los funcionarios públicos.
Miles de personas salieron a las calles en oposición a pesar de que hubo un cierre nacional.
Las medidas que se pusieron en marcha en marzo incluían un toque de queda nacional que hacía que los ecuatorianos se quedaran en casa desde las 2 p.m. hasta las 5 a.m. a menos que tuvieran actividades esenciales.
Las penas por romper la cuarentena incluían multas o prisión.
Se espera que el Ecuador celebre elecciones generales el año próximo y Moreno no ha anunciado si participará en ellas, pero puede ser reelegido.
Si participa, puede promover las renegociaciones de la deuda externa de Ecuador, pero los votantes le recordarán que quedó mucho por desear en su manejo de los precios del petróleo y la respuesta a COVID-19.
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