El lunes 8 de marzo fue el Día Internacional de la Mujer y el Presidente Biden lo celebró de tres maneras importantes. 

En su discurso de celebración instó a los líderes del Pentágono a seguir avanzando hacia la igualdad de género. Mediante la elevación de más mujeres a puestos de liderazgo y el diseño de armaduras y equipos que se adapten adecuadamente a las mujeres, indicó sus esperanzas de crear una fuerza en la que las mujeres puedan "prosperar".

Aprovechó este discurso para anunciar su nominación de dos mujeres generales para mandos de cuatro estrellas después de que sus ascensos fueran frenados previamente bajo la administración Trump.

La general de tres estrellas del ejército Laura Richardson fue nominada para dirigir el Mando Sur, y la general de la Fuerza Aérea de EE.UU. Jacqueline Van Ovost, fue nominada para dirigir el Mando de Transporte. Biden dijo que las nombró el viernes y que, de ser confirmadas, se convertirán en la segunda y tercera mujer en dirigir mandos de combate.

Biden aprovechó la oportunidad para defender que aún queda mucho por hacer para mejorar las condiciones de las mujeres que prestan servicio, sobre todo para hacer frente al endémico acoso y agresión sexual.

Según los datos del Pentágono, las denuncias de agresiones sexuales no han dejado de aumentar desde 2006. Biden calificó el problema de "nada más que una amenaza para nuestra seguridad nacional".

El secretario de Defensa, Lloyd Austin, ha prometido ocuparse de estos problemas y, a finales de enero, ordenó a los altos cargos del Pentágono que le enviaran informes sobre sus programas de prevención de la conducta sexual indebida, así como detalles sobre las medidas de responsabilidad y si han tenido éxito.

También el 8 de marzo el presidente firmó dos órdenes ejecutivas relevantes centradas en la igualdad de género.

En primer lugar ordenó a su administración que revisara las normas que guían a las universidades en su gestión de las agresiones sexuales en los campus.

El Departamento de Educación examinará ahora las normas que la administración Trump emitió en torno al Título IX, la ley federal que prohíbe la discriminación por sexo en la educación.

Biden ha dado instrucciones a la agencia para que "considere suspender, revisar o rescindir" cualquier política que no proteja a los estudiantes. 

Biden se centró mucho en la equidad de género a lo largo de su campaña y prometió el fin "inmediato" de estas normas que fueron finalizadas el año pasado por la ex secretaria de Educación Betsy DeVos. 

Su política introdujo amplios cambios en la forma en que las universidades responden a los casos de acoso y agresión sexual. Sus normas redujeron la definición de acoso sexual, redujeron la responsabilidad legal de las universidades en la investigación de las reclamaciones y otorgaron a los estudiantes acusados el derecho a interrogar a sus acusadores en audiencias en el campus. 

Al igual que DeVos no fue capaz de promulgar estos insidiosos cambios de la noche a la mañana -le llevó tres años-, por lo que cualquier esfuerzo por reescribir estas normas también podría tardar años en completarse. 

Terry Hartle, vicepresidente senior del Consejo Americano de Educación, dijo que el anuncio era bienvenido pero cambia muy poco en el presente. 

"Mientras tanto, las normas de Trump seguirán vigentes", dijo Hartle. 

Los republicanos criticaron la medida de Biden y defendieron las normas de DeVos, centrándose principalmente en la importancia del debido proceso. 

Lo más probable es que se eliminen algunos de los aspectos más polémicos de las normas de DeVos, como el requisito de permitir las repreguntas. Pero algunos expertos legales esperan que Biden encuentre un punto medio que proteja por igual a los estudiantes acusados y a sus acusadores. 

Biden recibió elogios por su orden de los grupos de derechos civiles, así como de las universidades que afirmaron que las reglas de DeVos eran onerosas de seguir. 

"Este es un paso importante", dijo Shiwali Patel, asesora principal del National Women's Law Center.

"Las reglas del Título IX que tuvieron lugar bajo la administración de Trump son increíblemente dañinas, y todavía están en vigor", agregó Patel. 

Por último, Biden restableció con orgullo el Consejo de Política de Género de la Casa Blanca.

Durante la administración de Obama se conocía como el Consejo de la Casa Blanca sobre Mujeres y Niñas pero Trump lo disolvió.

El nuevo consejo tiene la misión de ayudar a impulsar la equidad de género en los esfuerzos de la administración en política interior y exterior. Algunos de los temas en los que se centrará son la reducción de las diferencias salariales y de riqueza, la eliminación de las barreras estructurales a la participación de las mujeres en el trabajo y la lucha contra el acoso sexual.