En la noche del lunes 13 de septiembre, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, se paseó por la alfombra roja repleta de estrellas de la Gala del Met, el exclusivo evento anual de recaudación de fondos para el Instituto del Traje del Museo Metropolitano de Arte de la ciudad.

Mientras que los lujosos y extravagantes trajes robaron el espectáculo, fuera de la gala, los agentes de la policía de Nueva York detuvieron a varios manifestantes de Black Lives Matter, que pedían la desfinanciación del departamento de policía cuyo presupuesto supervisa de Blasio.

Según el Daily Mail, un folleto de la manifestación identificaba a los participantes como un "grupo autónomo de abolicionistas de Nueva York que creen que la policía no protege ni sirve a las comunidades", y los hashtags en Twitter los identificaban como manifestantes de "#FireThemAll".

"La policía de Nueva York tiene una asignación financiera total de 11.000 millones de dólares al año. Este dinero se destina a una actuación policial racista que destruye las comunidades negras y marrones, mientras que las personas que tienen dificultades no reciben los recursos que necesitan. La respuesta es CARE, no COPS", decía el volante.

Muy poco ha cambiado en lo que respecta a la política pública en torno a la reforma policial. Tras el asesinato de George Floyd y meses de masivas protestas por la justicia racial, los demócratas han archivado discretamente el proyecto de ley de reforma policial de George Floyd, que habría introducido modificaciones radicales en la actuación policial. 

En lugar de desfinanciar a la policía y redistribuir ese dinero en servicios que pudieran beneficiar a las comunidades marginadas y, a su vez, reducir la delincuencia, de Blasio aumentó el presupuesto de la policía de Nueva York a 5.130 millones de dólares, 230 millones más que antes de las revueltas del verano. 

Un vídeo captado con un teléfono móvil muestra a la multitud reunida en el exterior de la gala coreando "Black Lives Matter" (Las vidas negras importan) y pronunciando el nombre de Mike Rosado, un joven de 24 años del Bronx que fue abatido mortalmente por agentes de policía de paisano en agosto. 

Se vio a al menos dos docenas de agentes de policía abalanzarse sobre los manifestantes, tirando a la gente al suelo y llevándoselos esposados con cremalleras. Más tarde, esa misma noche, muchos manifestantes trasladaron su manifestación al exterior de la comisaría 28 de la policía de Nueva York, donde algunos de sus compañeros seguían siendo detenidos hacia las 9 de la noche. 

Una manifestante, Ella Dior, marchó por la calle con un vestido rosa y botas blancas, compartiendo un apasionado mensaje a través de un micrófono mientras un grupo de simpatizantes la observaba. Ella denunció el absurdo de que la Gala del Met cobre 35.000 dólares por una entrada para presumir de riqueza y ropa mientras se asesina a personas.

"No podemos volver a la normalidad. Hay millones de dólares destinados a este museo. ¡Exigimos viviendas gratuitas! ¡Exigimos que se libere a todos los presos políticos! Exigimos justicia para nuestro pueblo", dijo Ella. 

Muchas personas en Twitter señalaron la energía de los "Juegos del Hambre" que irradiaba la yuxtaposición del lujoso evento de la Gala del Met y los manifestantes de BLM que estaban siendo arrestados justo afuera.

Para muchos usuarios de Twitter, ver más cobertura de las celebridades ricas haciendo alarde de su lujosa ropa y apenas nada sobre los manifestantes de BLM que fueron arrestados por hablar de la seguridad de la comunidad se sintió distópico. 

"Nada encarna mejor el tema de Estados Unidos que oír hablar sólo de los trajes brillantes que los ricos llevaron a la Gala del Met y no oír hablar de las protestas y las detenciones que se produjeron fuera de ella. Las vibraciones de Los Juegos del Hambre, sin duda", escribió un usuario de Twitter. 

"La Gala del Met tiene una fuerte energía del Capitolio de los Juegos del Hambre. En medio de una pandemia, con la desigualdad de riqueza en su punto más alto, estamos viendo a gente rica pavoneándose como 'entretenimiento'", escribió otro. 

Al margen de un evento de alto nivel en el que los famosos lucían atuendos que rendían homenaje a la independencia y la moda estadounidenses, la gente luchaba por sus derechos en un país que ha puesto en peligro continuamente la vida de muchas personas de comunidades marginadas. 

La actriz y activista Indya Moore, que asistió a la Gala del Met, emitió un comunicado tras la protesta, en el que afirmaba que lo más probable es que no vuelva a asistir al evento. 

"Esta será probablemente mi última Gala del Met. Voy a pensar largo y tendido sobre por qué he venido y si realmente está en consonancia con lo que quiero lograr en la vida", escribió Moore. 

"Organizamos millones para un museo, en una tierra robada que sufren los negros y los morenos, a menos que la supremacía blanca piense que son excepcionales, pero no para el pueblo...", añadió.