Los “Dreamers” del estado de Arizona esperan con optimismo que la justicia revoque una orden ejecutiva dictada por la anterior gobernadora del estado que pretendía prohibir a los beneficiarios del DACA obtener su licencia de conducir.

La orden pertenecía a un paquete de leyes anti-inmigración promulgado por la gobernadora Jan Brewer en 2013, poco después de que entrara en marcha el Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA) el programa instaurado por el ex presidente Barack Obama para intentar regularizar la situación de miles inmigrantes indocumentados que entraron en EEUU con menos de 16 años.

Según los estatutos del DACA, los beneficiarios de este programa- en su mayoría inmigrantes latinos- tienen derecho a vivir, estudiar y a trabajar en los Estados Unidos siempre y cuando renueven su estatus legal cada dos años. La renovación del DACA está sujeta a una condición básica: no haber cometido ningún crimen o infracción menor en los EEUU.

Según el Arizona Daily Sun, activistas y abogados especialistas en inmigración se encuentran estos días haciendo presión para asegurar que los “Dreamers”– como se conoce popularmente a los beneficiarios del DACA – de Arizona no pierdan uno de sus derechos básicos: obtener la licencia de conducir.

“Crear obstáculos para acceder a la educación superior? Check. Exigir el pago de elevadas matrículas de entrada a las escuelas? Check. Conseguir que los inmigrantes vivan con miedo a ser deportados simplemente por conducir hasta la universidad? Check. Echar a los “Dreamers” de las carreteras? Check”

Así describía el American Civil Liberties Union  (ACLU) el paquete de leyes anti-inmigración dictado por la ex gobernadora de Arizona Jan Brewer en 2013,poco después de que Obama pusieran en marcha el programa DACA.

Sin embargo, la Corte de Apelaciones del Circuito Noveno de los Estados Unidos, al que pertenece Arizona, considera que los beneficiarios del DACA tienen derecho legal a conducir. Está por ver como soluciona la disputa en los juzgados, pero todo indica que los 'Dreamers' tienen todas las de ganar.

En EEUU hay alrededor de 750,000 ‘dreamers”, como se conoce popularmente a los DACA. En Arizona en concreto residen alrededor de 21,000.

Hasta hoy, la renovación del permiso temporal  DACA era un proceso relativamente fácil, a pesar de su coste económico y el engorro burocrático.  Pero con la llegada de Donald Trump a la presidencia, la presión sobre los inmigrantes indocumentados ha aumentado.

La Casa Blanca ha asegurado que los DACA no son el objetivo de su política de mano dura contra la inmigración ilegal, pero diversos casos recientes de arrestos y detenciones de ‘Dreamers’ han sembrado el miedo a las deportaciones entre esta joven comunidad.